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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama. Romance Adaptación libre de la novela homónima de León Tolstói. John Gilbert interpreta a un joven cosaco que no le agrada la vida de su pueblo, prefiere leer poemas a salir a cabalgar por la estepa. Su padre, lo somete a crueles desdichas para forjar su carácter, inútilmente, porque el muchacho se vuelve cada vez mas rebelde... hasta que ambos son capturados por los otomanos y ahí se demuestra de que madera están hechos. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue, en 1844, cuando el joven Lev Tolstói, comenzó a estudiar Derecho y Lenguas orientales en la Universidad de Kazan. Su familia pertenecía a la antigua nobleza rusa y esto le daba a él oportunidades que muchos otros no tenían. Por estos años, fue que se le vino la idea de casarse y tener un empleo estable. Un día, mientras acompaña a su hermano Nikolai quien debía escoltar un convoy de enfermos, Tolstói conoce a una bella muchacha cosaca que atrae poderosamente su atención. Se llama Marenka… y el inolvidable y extraño idilio que sostuvo con ella, lo rememoraría, luego, en su novela de 1863, “Los Cosacos” (Казаки), la cual publicaría primero en la revista El Mensajero Ruso.

Lo autobiográfico comienza con un joven noble, Dimitri Andreievich Olenin, quien, desencantado de la sociedad que le ha tocado padecer, decide marchar al Cáucaso en condición de alférez. No sabe nada del amor… pero tiene la esperanza de que, quizás allí, pueda encontrarlo.

La novela describe, con objetividad y lujo de detalles, la singular cultura de los cosacos y esto la inscribe en el estilo realista que caracterizaba a los mejores escritores rusos de la época; y también contiene una muy bella historia de amor que la convierte en una novela romántica capaz de emocionar a cualquier alma sensible.

Cuando, la Metro Goldwyn Mayer, decide llevarla al cine, la entrega a la renombrada Frances Marion (The Primitive Lover, Dulcy, Zander the Great…) y ella se ocuparía de estructurar un guion que cambia hechos muy puntuales, y abandonando el realismo tolstoiano, termina convirtiendo la historia en otro cuento mucho más ficticio, pero no menos atractivo. Sin detrimento de lo escrito por Tolstói, confieso que me gusta muchísimo lo desarrollado por ella, y la labor del director, George W. Hill (complementado, según se ha dicho, por Clarence Brown), no sólo consolidaba parámetros para lo que sería el cine espectáculo de la gran industria hollywoodense, sino que apunta a una actitud abiertamente crítica frente a lo aceptado convencionalmente, teniendo muy en cuenta el, por tanto tiempo abusado, rol de la mujer.

La puesta en escena es impecable; los efectos especiales son de primera línea ¡y estamos ante un filme silente de 1928!; en las escenas de acción hay mucha efectividad, contando, además de muy buenos stuntmen, con un cuidadoso manejo de masas; la banda sonora que nos corresponde -contratada por Turner Classics, con Robert Israel, para la copia de alta definición publicada en el año 2014- es imponente… y las actuaciones son muy ajustadas, resaltando, Nils Asther (el magno Olenin), aquí, un osado seductor con un alto carisma. También la francesita, Renée Adorée (Maryanna), asegura el ímpetu de las mujeres con carácter… y, John Gilbert, hace lo suyo, luciendo acorde como el señorito anclado en la infancia, quien, de pronto, se verá impelido a demostrar que es ¡un digno guerrero cosaco!

Adaptada con todas las reglas del cine por excelencia, <<LOS COSACOS>> es una película firmemente pensada para dejar huella. ¡Imperdible!
Luis Guillermo Cardona
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