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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Alice Chicoy (Joan Collins) es la esposa de Johnny (Rick Jason), conductor de autobús. Alice es la dueña de un pequeño restaurante y le gusta demasiado el licor. Descontenta con lo que se ha convertido su vida, decide sorprender a su marido a medio camino del recorrido de su autobús. Entre los pasajeros, esta Camille Oakes (Jayne Mansfield), es una stripper en camino hacia un trabajo bien remunerado en San Juan. Camille se ve atrapada ... [+]
30 de mayo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un momento en la vida del notable escritor, John Steinbeck, en que quedó con el alma herida: Fue, en 1944, cuando meses después de haber entregado al director, Alfred Hitchcock, su manuscrito original para “Lifeboat” -en el que, un variopinto grupo de personas, trata de sobrevivir en un bote luego de que su barco naufraga-, al ver la película, el escritor se sintió completamente defraudado, pues, lo que el director inglés finalmente hizo, fue un filme clasista y racista que traicionó por completo sus ideas y principios… y lo más grave, es que se negó a retirar su nombre de los créditos, con lo que la imagen de Steinbeck quedó tan manchada que, hasta Luis Buñuel, llegó a odiarlo.

Con esta espina clavada en su corazón, Steinbeck no tardó en dedicarse a una nueva historia que de nuevo contaba las vicisitudes de un grupo muy heterogéneo de personas que, esta vez, viaja en un autobús, y la novela, titulada “The Wayward Bus”, se publicó en 1947, con tal acogida que llegó a vender cerca de un millón de ejemplares. Las críticas fueron muy favorables y Steinbeck sintió que sus nuevos personajes le permitían reivindicarse definitivamente.

En principio, surgió la idea de rodar el filme con Marlon Brando como protagonista y Henry Hathaway como director, pero, por alguna razón, la Twentieth Century Fox, optó por poner el filme en manos del cineasta ruso, Victor Vicas, y el filme se rodó con bajo presupuesto y con un reparto de menor relevancia, pero no menos interesante.

La adaptación que de la novela hizo el cubano-inglés, Ivan Moffat (otro de los escritores puestos en la lista negra por haber sido miembro del Partido Comunista), es bastante libre y se sujeta particularmente a los hechos esenciales de la novela, modificando el final, excluyendo algunos personajes secundarios -entre estos, lamentablemente el de George, el limpiador de buses negro con el que Steinbeck compensa al traicionado Joe de “Lifeboat”-, y eliminando, necesariamente, los muchos y muy interesantes pensamientos y debates que sólo son posibles dentro de una novela en libro.

Todo esto condujo a que, inevitablemente, los muchos lectores que tuvo la obra de Steinbeck se sintieran decepcionados, pero, personalmente creo que, vista la película sin ese difícil punto de comparación, es posible disfrutarla y encontrar en ella elementos que, además de mantener la coherencia con las ideas socio-políticas del escritor, consigue preservar un puñado de personajes con los cuales es muy fácil encariñarse.

La historia del filme, comienza en una suerte de restaurante, ubicado en Rebel Corners, California, un lugar regentado por Alice, una atractiva, pero desaliñada mujer, enamorada del conductor Johnny Chicoy, por quien se ha convertido en una terrible misógina, celándolo con cuanta mujer llega al establecimiento o se sube a su bus. Johnny también la ama, pero, cansado de sus ridículas escenas, ahora piensa en aprovechar el próximo viaje que lo llevará a San Juan de la Cruz, México, para abandonarla definitivamente.

En el bus va a encontrarse un pequeño grupo de muy variados caracteres y clases sociales, y el viaje servirá para conocer sus idiosincrasias, sus carencias y aspiraciones, todo en un ambiente bastante sencillo y con aroma a pueblo, pero, manteniendo nuestro interés en el accidentado viaje y en la suerte que correrán el joven conductor, la amante abandonada, la rubia modelo y striptisera, el anciano urgido de llegar antes de las 15 horas… o la joven rubia que lucha por zafarse del yugo que le han impuesto sus padres.

De no ser porque, entre los protagonistas hay nombres como Joan Collins, Dan Dailey y Jayne Mansfield, entre otros, se podría pensar en una suerte de historia neorrealista donde, la lucha de clases y el afán del hombre por superar sus muchas carencias, tienen un lugar bastante significativo. ¡Ah! Y queda bien claro el mensaje de que, hay que luchar para encontrarse, porque sino es fácil, muy fácil perderse.

Título para Latinoamérica: EL OMNIBÚS PERDIDO
Luis Guillermo Cardona
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