Dos años antes de hacerse su puesto como uno de los máximos exponentes del gore más trash con la sobrevalorada "Holocausto Caníbal", Ruggero Deodato (no es moco de pavo, fue ayudante de dirección de Roberto Rossellini) creyó que con rodar esta anterior "Ultimo Mondo Cannibale" se llevaría la palma en el género. La moda de cine caníbal, heredada por su malgusto y de un modo inexplicable del poco veraz documentalismo "mondo" empezó a desarrollar sus frutos con una decena más que no verían su decadencia (dentro de lo decadentes que representaban éste tipo de manufacturas) hasta mediados de los años ochenta. "Mundo Caníbal" es solamente el aperitivo de lo que va a venir y cocerse en la cruda realidad sumida en el apogeo del cine de terror italiano, distanciándose de los cánones establecidos por autores como Darío Argento e incluso Lucio Fulci.

Se considera también un entrante o primer plato antes de "Holocausto Caníbal" porque la cinta llega a ser un boceto de esta. Se visiona más como un relato de aventuras que no el puro miedo que colaría al público dos años más tarde. En "Ultimo Mondo Cannibale", Deodato nos hace creer en una odisea presuntamente real (eso sí, sin los puntos de vista subjetivos reflejados a través de rollos de film perdidos que expondría en su posterior y más popular de sus películas).

El mártir de la función es Robert Harper (Massimo Foschi),un investigador que aterriza accidentalmente en una isla del Índico plagada, aparte de antropófagos con la cara sucia de barro y sangre, de cocodrilos, serpientes y murciélagos devorándose entre ellos. Harper ser verá sumido en su propio corazón en las tinieblas cuando intenta escapar de una tribu que lo ha raptado.