¿Una sitcom de vampiros en formato mockumentary (falso documental) en 2019? ¿Eso va a funcionar? Tan cierto como que se pone el sol cada noche.

Absolutamente fiel al espíritu de la película de nombre homónimo de 2014 que sirvió de inspiración a esta serie para nacer. Además con la ventaja de contar con horas por delante cada temporada, que un buen equipo de guionistas sabrá aprovechar, para trabajar la multitud de clichés vampíricos y del mundo de las sombras y crear todo tipo de disparatadas historias a caballo entre el humor negro y lo ridículo cuando la troupe vampírica intenta integrarse en el mundo moderno.

De momento el inicio ha sido excelente. Las situaciones narradas son rocambolescas y los personajes carismáticos. En un par de episodios ya te has encariñado con ellos y disfrutas complicemente de sus absurdas desventuras vampíricas.

Todos los actores están estupendos y el uso de efectos visuales muy bien empleado, totalmente al servicio de las necesidades narrativas y sin estridencias, con el nivel de “cutrez” estrictamente necesario.

Pero vamos, si es que hay hasta vampiros energéticos. ¿Vampiros energéticos? ¿Bebés vampiro? ¿Vampiros diurnos hablando por Skype? ¡Venga ya! Pasad, sois bienvenidos.

Más fresca que la sangre de virgen.