Quizás esta etapa pueda parecer puro relleno. Pero creativamente se agradece mucho que la serie se separase de la promoción de los nuevos juegos y se centrase a en crear algo nuevo y que no estuviera vinculada a algún título de los videojuegos. El esquema de la serie, consistía que cuando aparecía un nuevo título de Pokémon, Ash acababa cambiando a los iniciales de una generación por los de la actual y la serie proseguía su curso.

Sin embargo en esta etapa de la serie, se tuvo el enorme acierto de desvincularse de los juegos y hacer participar a Ash en una liga diferente en las Islas Naranjas. Lo bonito de este producto es que podemos ver nuevos e imaginativos combates entre Pokémon. Un nuevo espacio geográfico dónde se mueve la aventura y la introducción de dos grandes personajes, el artista Tracy y Lapras como Pokémon habitual.

Dentro de la serie de Pokémon, quizás el trabajo más redondo y elaborado.