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Voto de burrito:
7
2 de noviembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda de las tres colaboraciones entre Jack Cardiff y Rod Taylor, junto a la inmediatamente anterior "My Geisha" (ambas del mismo año) y la posterior "The Mercenaries" de 1968.
Dentro del género de espionaje tan en boga durante los años sesenta, Rod Taylor participó esa misma década, además de en este The Liquidator (1965), en otros 3 títulos: 36 Hours (George Seaton, 1964), la comedia The Glass Bottom Boat (Frank Tashlin, 1966) y Nobody Runs Forever (Ralph Thomas, 1968).
Asimismo Trevor Howard repitió con este director, después de haber encabezado el reparto de su obra cumbre "Sons and Lovers" en el año 1960.
Muy entretenida película siguiendo la estela del agente 007, en claro tono de comedia. Rod Taylor encarna a Boysie Oakes, un americano que es reclutado como asesino a sueldo por el coronel Mostyn del servicio secreto británico, a quien accidentalmente le había salvado la vida años antes durante la Segunda Guerra Mundial. Considero muy apropiada la elección del actor principal (habida cuenta su marcada vis cómica), lo que beneficia el conjunto de la obra. La película cuenta con un amplio elenco femenino que resulta ideal para alegrarnos la vista (destacando sobremanera las actrices Gabriella Licudi y Jill St. John).
Además de a nivel estilístico-argumental, hay varias conexiones de este título con la saga de James Bond:
-El tema musical "The Liquidator" que suena durante los títulos de crédito, está interpretado por Shirley Bassey, que el año anterior había interpretado la canción de apertura y cierre de Goldfinger (Guy Hamilton, 1964).
-El guión de "El liquidador" es una adaptación de la primera de una saga de ocho novelas escritas por John Gardner entre 1964 y 1976. Porsteriormente, en 1981, este escritor fue contratado como el tercer novelista de la saga Bond, con unos resultados al parecer calamitosos en cuanto a calidad literaria: le hizo vender a James Bond su antiguo Bentley y comprarse un Saab (¿a dónde fue a parar la veneración por los autos ingleses que tenía 007?), cambiar su pistola Walther PPK por una Heckler & Koch y lo rodeó de villanos patéticos y olvidables.
-Trevor Howard intervino en Poppies Are Also Flowers (Terence Young, 1966), basada en una novela de Ian Fleming y la actriz Jill St. John fue la chica Bond en Diamonds are Forever (Guy Hamilton, 1971).
Dentro del género de espionaje tan en boga durante los años sesenta, Rod Taylor participó esa misma década, además de en este The Liquidator (1965), en otros 3 títulos: 36 Hours (George Seaton, 1964), la comedia The Glass Bottom Boat (Frank Tashlin, 1966) y Nobody Runs Forever (Ralph Thomas, 1968).
Asimismo Trevor Howard repitió con este director, después de haber encabezado el reparto de su obra cumbre "Sons and Lovers" en el año 1960.
Muy entretenida película siguiendo la estela del agente 007, en claro tono de comedia. Rod Taylor encarna a Boysie Oakes, un americano que es reclutado como asesino a sueldo por el coronel Mostyn del servicio secreto británico, a quien accidentalmente le había salvado la vida años antes durante la Segunda Guerra Mundial. Considero muy apropiada la elección del actor principal (habida cuenta su marcada vis cómica), lo que beneficia el conjunto de la obra. La película cuenta con un amplio elenco femenino que resulta ideal para alegrarnos la vista (destacando sobremanera las actrices Gabriella Licudi y Jill St. John).
Además de a nivel estilístico-argumental, hay varias conexiones de este título con la saga de James Bond:
-El tema musical "The Liquidator" que suena durante los títulos de crédito, está interpretado por Shirley Bassey, que el año anterior había interpretado la canción de apertura y cierre de Goldfinger (Guy Hamilton, 1964).
-El guión de "El liquidador" es una adaptación de la primera de una saga de ocho novelas escritas por John Gardner entre 1964 y 1976. Porsteriormente, en 1981, este escritor fue contratado como el tercer novelista de la saga Bond, con unos resultados al parecer calamitosos en cuanto a calidad literaria: le hizo vender a James Bond su antiguo Bentley y comprarse un Saab (¿a dónde fue a parar la veneración por los autos ingleses que tenía 007?), cambiar su pistola Walther PPK por una Heckler & Koch y lo rodeó de villanos patéticos y olvidables.
-Trevor Howard intervino en Poppies Are Also Flowers (Terence Young, 1966), basada en una novela de Ian Fleming y la actriz Jill St. John fue la chica Bond en Diamonds are Forever (Guy Hamilton, 1971).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Me ha encantado el guiño a The Birds (Alfred Hitchcock, 1963), con la que comparte protagonista, así como la secuencia dentro de un avión en la parte final del film, al más puro estilo "aterriza como puedas", que previamente ha sido convenientemente preparada mediante varios "cebos" en otras secuencias de vuelo.
Especialmente brillante es la contraposición de planos entre Niza (clima fantástico, piscina abarrotada de chicas despampanantes en bikini-Rod Taylor disfrutando a tope de su escapada de fin de semana con la secretaria de su jefe) y Londres (lloviendo a chuzos y con Trevor Howard "sufriendo" a una secretaria sustituta no muy agraciada físicamente).
También es muy cómico el hecho de que "el liquidador nacionalizado" subcontrate a otro liquidador "privado" para que le haga los "encargos" y el detalle de humor negro de que éste último hubiera comenzado su etapa profesional trabajando en una funeraria.
Especialmente brillante es la contraposición de planos entre Niza (clima fantástico, piscina abarrotada de chicas despampanantes en bikini-Rod Taylor disfrutando a tope de su escapada de fin de semana con la secretaria de su jefe) y Londres (lloviendo a chuzos y con Trevor Howard "sufriendo" a una secretaria sustituta no muy agraciada físicamente).
También es muy cómico el hecho de que "el liquidador nacionalizado" subcontrate a otro liquidador "privado" para que le haga los "encargos" y el detalle de humor negro de que éste último hubiera comenzado su etapa profesional trabajando en una funeraria.