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Voto de fresenius:
6
Fantástico. Acción. Ciencia ficción. Terror Katsuhiro Ôtomo, famoso por sus filmes de animación (en especial "Akira"), dirige ahora una película de ciencia ficción, basada en un manga de Yuki Urushibara, que trata sobre Ginko, un joven maestro sanador que usa una extrañas forma de vida en sus curaciones. Los "mushi" son una suerte de espíritus parasitarios que flotan por todas partes sin ser vistos, y que afectan a los humanos de muy diversas maneras. Son algo así como "El ... [+]
9 de febrero de 2019
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Mushishi (2006)
Dir. Katsuhiro Ôtomo

No se puede decir que el cine de Katsuhiro Otomo sea sencillo, ya sea en el terreno de la animación, ya sea en el cine con actores reales. Desde luego, que es un maestro en la animación no se discute, no solo por Akira pues, además, tiene una buena colección de cortos. Steamboy (2004) es una película a reivindicar.

En el terreno del cine con actores reales tiene dos películas, una del año 1991, World Apartment Horror que no he visto y Mushishi, del año 2006. En su momento me acerqué a Mushisi pero lo hice de manera errónea. Se estrenó la película muy próxima en el tiempo a la primera temporada de la serie anime del mismo nombre dirigida por Hiroshi Nagahama (del manga en que se basa, de la artista Yuki Urushibara, no tenía conocimiento). Equivoqué el orden. No es fácil entrar en el Mushishi de Otomo si desconoces el fondo de lo que quiere contar. El director entra a saco y explica muy poco. Si se une además el peculiar estilo de Otomo, muy visual, parco de diálogos, la película se puede hacer muy cuesta arriba como así fue de hecho. Es muy conveniente conocer qué es lo que se quiere contar para lo que es altamente recomendable empezar por la extraordinaria e imprescindible serie de Nagahama, no solo la primera temporada, la segunda también. Una vez sabes qué es lo que hace Ginko, la película de Otomo se hace más interesante aunque tenga, todavía, algunos peros.

Quiere Otomo contar aquí cómo fue el origen del experto en Mushis, empieza a hacerlo hacia mitad del film pues antes vemos al protagonista hacer alguna curación. No consigue Otomo que finalmente quede todo claro y entendible aunque dudo seriamente que fuera esa la pretensión del director. El que conoce el material, al menos, se puede dejar llevar hasta el final, que no es que sea precisamente nada del otro mundo. Eso sí, la fotografía y el paisaje de las áreas más frondosas y verdes de Japón, un punto a favor.
fresenius
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