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Voto de TOM REGAN:
7
7,6
7.773
Drama
George y Martha son un matrimonio que se profesa un odio salvaje. Ambos tienen personalidades autodestructivas, conocen perfectamente las debilidades del otro y saben cómo exasperarlo. George es un profesor de historia alcohólico. Martha, la hija del director de la universidad donde George da clases, es una mujer frustrada y vulnerable. Un sábado por la noche, después de una fiesta, invitan a su casa a un nuevo profesor y a su esposa. ... [+]
4 de diciembre de 2015
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
195/09(24/11/15) Vibrante ópera prima de Mike Nichols, hasta entonces trabajaba en el teatro, y se nota, para su debut nada mejor que apoyarse en un texto teatral, una obra del dramaturgo Edward Albee en tres actos, "Who's Afraid Of Virginia Woolf?", adaptada por Ernest Lehman (“Con la muerte en los talones”), que a través de una meliflua noche se hace una mordaz radiografía del matrimonio, se pone en el foco uno ya en la madurez al borde del abismo, cínicos, punzantes, frustrados, hirientes entre sí, frente a la bisoñez de uno joven, se hace una descarnada deconstrucción de las complejas relaciones maritales. Se desarrolla a base de un lenguaje bastante fuerte para la época, lo cual hizo tuviera grandes problemas con la censura. Fue nominada a 13 Oscars, incluyendo Película y Director, uno de los dos films nominados en todas las categorías elegibles en los Oscars (la otra es “Cimarron”), los cuatro actores fueron nominados (Richard y Liz en principal, Sandy y George en reparto), ganó cinco, fue el segundo por Elizabeth Taylor y el primero para Sandy Dennis.
El escenario principal es una casa en el campus de la Universidad de New Carthago (Nueva Inglaterra), acontece entre las dos de la mañana y el amanecer, los protagonistas son el matrimonio de mediana edad George (Richard Burton), de 46 años, es profesor de historia, y Martha (Liz Taylor), hija del decano, una pareja con una compleja relación de amor-odio. Tras una fiesta invitan a tomar una copa a su hogar a un joven matrimonio, Nick (George Segal), profesor de biología, y Honey (Sandy Dennis), derivando en una noche tormentosa emocionalmente, donde el alcohol ejercerá papel importante en la desinhibición.
Es un film de corte dramático, con un cuarteto protagónico perfectamente delineado, un furibundo y electrizante torur de forcé, donde el ganador es el espectador. Puesta en escena que se respira por su escaso elenco en teatral, pero no en su ágil puesta en escena, muy dinámica y fluida, con una narración salpicada de hoscas dosis de humor negro, ello en un desarrollo de un crescendo opresivo asfixiante, donde el ambiente se va cerrando más y más sobre el cuarteto, transmitiéndonos claustrofobia anímica, enmarcado en diálogos soeces, espinosos, cínicos, humillantes, dejando relucir las miserias y patetismos del patio trasero de los supuestos matrimonios felices (y comieron perdices), y por ende de nuestra sociedad, el patio-basurero donde recalan los miedos, frustraciones, remordimientos, anhelos, esperanzas, rabia, autoengaños, secretos, inseguridades, amargura, fragilidad, y sobre todo mucha infelicidad, convirtiéndose el relato en una sucesión constante de juegos maliciosos, perversos, en los que brotan mentiras, puyas, ataques, en el que cada uno intenta hacer más daño que el otro. Todo expuesto en un microcosmos de enorme ambigüedad, de complejas mentiras y medias verdades, donde se confunden realidad y quimeras, donde la tensión dramática se puede cortar por la densidad que llega a alcanzar, expuestas estas retorcidas relaciones a cuatro bandas con un lenguaje muy natural , cargado de lenguaje soez, provocando enfrentamientos verbales de gran fuerza y crudeza. Un lienzo despiadado sobre los traumas matrimoniales que les hace autodestruirse mutuamente, siendo unos títeres en sus perversas manos un joven matrimonio tomado como “rehén” nocturno, también nacido de mentiras y sinsabores, derivando en briosos duelos dialécticos que apenas dan descanso.
No es redonda, tiene sus taras, pues hay tramos en que se le va la mano con situaciones muy forzadas, muy exageradas y excesivas, con un dramatismo sobreexplotado, derivando en cierto grado de pérdida de credibilidad, componiendo situaciones artificiosas, perdiendo conforme avanza, en su segunda mitad sobre todo naturalidad, no se entiende que el matrimonio joven aguante esta aparatosa batalla matrimonial y no se marche, tanto quieren imprimir de tintes psicológico-freudianos que se pasan, haciéndose en algunos momentos atropellado tanto diálogo melodramático, te hace no entiendas ciertamente que se achacan uno al otro, llega a parecer que nos han hurtado de información necesaria para entender algo esta patológica relación malsana, llega a saturarte tanta vuelta de tuerca, seguramente le hubiera ido mejor un recorte de metraje para hacerla más sólida, y no cayera en algo de reiteración que hace te aleje de los personajes.
Puesta en escena bastante buena, con notable diseño de producción de Richard Sylbert (“Rosemary’s baby”, “El graduado” o “Chinatown”), rodándose en varios lugares de Massachusetts, como Cambridge, Red Basket y Smith College y en los Warner Studios (Burbank, CA), con muy realistas escenarios, esto embellecido en glorioso b/n por Haskell Wexler (“En el calor de la noche”, “Alguien voló sobre el nido del cuco”), con un contrastes de negros, blancos y grises, jugando con habilidad con los contraluces, los claroscuros, las sombras, hiper-expresivos primeros planos, cenitales, subjetivos, travellings sugestivos, con un cuidado por el detalle primoroso, sabiendo sacar de cada escena lo mejor, y de las actuaciones emociones, como experimentando con la cámara a modo de transmitir el estado lisérgico-alcohólico de los personajes, con tomas y encuadres de gran poderío dramático. A esto se suma la música de Alex North (“Vivas Zapata!”, “Spartacus” o “Cleopatra”), acentuando con bellas melodías la turbadora atmósfera, sobresaliendo el tema central a guitarra, de efluvios emotivos y románticos, acunando sin intrusismo la telaraña enfermiza de estos disfuncionales matrimonios, estuvo nominada al Oscar. (sigue en spoiler)
El escenario principal es una casa en el campus de la Universidad de New Carthago (Nueva Inglaterra), acontece entre las dos de la mañana y el amanecer, los protagonistas son el matrimonio de mediana edad George (Richard Burton), de 46 años, es profesor de historia, y Martha (Liz Taylor), hija del decano, una pareja con una compleja relación de amor-odio. Tras una fiesta invitan a tomar una copa a su hogar a un joven matrimonio, Nick (George Segal), profesor de biología, y Honey (Sandy Dennis), derivando en una noche tormentosa emocionalmente, donde el alcohol ejercerá papel importante en la desinhibición.
Es un film de corte dramático, con un cuarteto protagónico perfectamente delineado, un furibundo y electrizante torur de forcé, donde el ganador es el espectador. Puesta en escena que se respira por su escaso elenco en teatral, pero no en su ágil puesta en escena, muy dinámica y fluida, con una narración salpicada de hoscas dosis de humor negro, ello en un desarrollo de un crescendo opresivo asfixiante, donde el ambiente se va cerrando más y más sobre el cuarteto, transmitiéndonos claustrofobia anímica, enmarcado en diálogos soeces, espinosos, cínicos, humillantes, dejando relucir las miserias y patetismos del patio trasero de los supuestos matrimonios felices (y comieron perdices), y por ende de nuestra sociedad, el patio-basurero donde recalan los miedos, frustraciones, remordimientos, anhelos, esperanzas, rabia, autoengaños, secretos, inseguridades, amargura, fragilidad, y sobre todo mucha infelicidad, convirtiéndose el relato en una sucesión constante de juegos maliciosos, perversos, en los que brotan mentiras, puyas, ataques, en el que cada uno intenta hacer más daño que el otro. Todo expuesto en un microcosmos de enorme ambigüedad, de complejas mentiras y medias verdades, donde se confunden realidad y quimeras, donde la tensión dramática se puede cortar por la densidad que llega a alcanzar, expuestas estas retorcidas relaciones a cuatro bandas con un lenguaje muy natural , cargado de lenguaje soez, provocando enfrentamientos verbales de gran fuerza y crudeza. Un lienzo despiadado sobre los traumas matrimoniales que les hace autodestruirse mutuamente, siendo unos títeres en sus perversas manos un joven matrimonio tomado como “rehén” nocturno, también nacido de mentiras y sinsabores, derivando en briosos duelos dialécticos que apenas dan descanso.
No es redonda, tiene sus taras, pues hay tramos en que se le va la mano con situaciones muy forzadas, muy exageradas y excesivas, con un dramatismo sobreexplotado, derivando en cierto grado de pérdida de credibilidad, componiendo situaciones artificiosas, perdiendo conforme avanza, en su segunda mitad sobre todo naturalidad, no se entiende que el matrimonio joven aguante esta aparatosa batalla matrimonial y no se marche, tanto quieren imprimir de tintes psicológico-freudianos que se pasan, haciéndose en algunos momentos atropellado tanto diálogo melodramático, te hace no entiendas ciertamente que se achacan uno al otro, llega a parecer que nos han hurtado de información necesaria para entender algo esta patológica relación malsana, llega a saturarte tanta vuelta de tuerca, seguramente le hubiera ido mejor un recorte de metraje para hacerla más sólida, y no cayera en algo de reiteración que hace te aleje de los personajes.
Puesta en escena bastante buena, con notable diseño de producción de Richard Sylbert (“Rosemary’s baby”, “El graduado” o “Chinatown”), rodándose en varios lugares de Massachusetts, como Cambridge, Red Basket y Smith College y en los Warner Studios (Burbank, CA), con muy realistas escenarios, esto embellecido en glorioso b/n por Haskell Wexler (“En el calor de la noche”, “Alguien voló sobre el nido del cuco”), con un contrastes de negros, blancos y grises, jugando con habilidad con los contraluces, los claroscuros, las sombras, hiper-expresivos primeros planos, cenitales, subjetivos, travellings sugestivos, con un cuidado por el detalle primoroso, sabiendo sacar de cada escena lo mejor, y de las actuaciones emociones, como experimentando con la cámara a modo de transmitir el estado lisérgico-alcohólico de los personajes, con tomas y encuadres de gran poderío dramático. A esto se suma la música de Alex North (“Vivas Zapata!”, “Spartacus” o “Cleopatra”), acentuando con bellas melodías la turbadora atmósfera, sobresaliendo el tema central a guitarra, de efluvios emotivos y románticos, acunando sin intrusismo la telaraña enfermiza de estos disfuncionales matrimonios, estuvo nominada al Oscar. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El elenco actoral es el gran soporte del film, destacando la Titánica pareja Liz Taylor y Richard Burton, destilando una química y compenetración rara vez alcanzada en la gran pantalla, seguro tuvo mucho que ver eran pareja en la vida real, y además de amor-odio, con esta fueron pareja en cine seis veces. Liz Taylor es un Coloso, racial, carismática, colérica, cariñosa, dulce, adusta, magnífica, con un lenguaje gestual y verbalidad extraordinaria, además para dar el rol de madurita ganó 13,5 kg de peso. Richard Burton es el otro gran vértice, exhibe un tremendo arco de emociones, dolor, frustración, angustia, ira, un sibilino que sonsaca al matrimonio visitante sus secretos con artimañas arteras, con un poderío oral apabullante, los dos con sus ententes traspasan la pantalla, la desbordan. George Segal.....
En la obra de teatro de de 1962 de Albee hay bastantes palabras y frases malsonantes para las mentes biempensantes del momento, con “malditas”, “jorobas”, “hijoputas”, “grandes pezones” y más lindezas lingüísticas, muy fresca, vanguardista en saltarse los límites orales del momento por sus constantes blasfemias, con esto hacia que los críticos pensasen que era imposible llevarla al cine, elemento más políticamente correcto, y sobre todo por el Código de autocensura imperante, aún así Lehman es muy fiel al texto, aún así la Warner tuvo que acordar la eliminación de ciertas palabras malsonantes para cumplir con la censura.
Spoiler:
A Edward Albee el título lo pensó antes de comenzar a escribir la obra, viene de la canción “Who's afraid of the big bad wolf?” (Quién teme al enorme lobo malo?), del famoso corto animado de “Los Tres Cerditos” (1933) de la Disney, que supongo por derechos de autor se entona en el film de modo diferente, título referente a cuestiones pseudo-filosóficas que emparentan con <Quién tiene miedo de vivir la vida sin falsas ilusiones?>, se cambia el lobo por Virginia Woolf, escritora británica de célebres novelas, hija del novelista y del historiador Leslie Stephen, depresiva, con fuertes crisis nerviosas y constantes cambios de humor, con trastorno bipolar, bisexual, casada con el escritor Leonard Woolf, al que atormentaba tanto su temperamento, que optó por dejarlo en paz suicidándose. Como curiosidad los nombres de los protagonistas George y Martha son los del primer presidente de USA, Washington y su esposa.
La Warner compró los derechos de la obra, Jack L. Warner le dijo a Albee que quería de protagonistas a Bette Davisy James Mason para Martha y George, con el autoguiño imitándose a sí misma Bette Davis con la frase <Que basura!>, frase famosa del film “Más allá del bosque” (1949), pronunciada por la propia actriz.
Es una adaptación bastante fiel a la obra teatral, apenas pequeños detalles que no alteran el sentido del film, a diferencia de la obra de teatro aparecen dos personajes, el dueño del bar de carretera, con unas pocas palabras y su esposa camarera, sin diálogo. La obra teatral se centra única y exclusivamente en la casa de Matha y George, en el film hay una escena en el coche, otra en el susodicho bar, y otra en el patio de la casa. También se incrusta el momento en que vemos a George ir a buscar algo en un armario, vemos saca lo que parece ser una escopeta, tramo no de la obra teatral.
En conjunto me queda un buen drama que deconstruye con saña las relaciones maritales, con unos protagonistas sublimes, con el defecto de ser algo excesiva. Fuerza y honor!!!
En la obra de teatro de de 1962 de Albee hay bastantes palabras y frases malsonantes para las mentes biempensantes del momento, con “malditas”, “jorobas”, “hijoputas”, “grandes pezones” y más lindezas lingüísticas, muy fresca, vanguardista en saltarse los límites orales del momento por sus constantes blasfemias, con esto hacia que los críticos pensasen que era imposible llevarla al cine, elemento más políticamente correcto, y sobre todo por el Código de autocensura imperante, aún así Lehman es muy fiel al texto, aún así la Warner tuvo que acordar la eliminación de ciertas palabras malsonantes para cumplir con la censura.
Spoiler:
A Edward Albee el título lo pensó antes de comenzar a escribir la obra, viene de la canción “Who's afraid of the big bad wolf?” (Quién teme al enorme lobo malo?), del famoso corto animado de “Los Tres Cerditos” (1933) de la Disney, que supongo por derechos de autor se entona en el film de modo diferente, título referente a cuestiones pseudo-filosóficas que emparentan con <Quién tiene miedo de vivir la vida sin falsas ilusiones?>, se cambia el lobo por Virginia Woolf, escritora británica de célebres novelas, hija del novelista y del historiador Leslie Stephen, depresiva, con fuertes crisis nerviosas y constantes cambios de humor, con trastorno bipolar, bisexual, casada con el escritor Leonard Woolf, al que atormentaba tanto su temperamento, que optó por dejarlo en paz suicidándose. Como curiosidad los nombres de los protagonistas George y Martha son los del primer presidente de USA, Washington y su esposa.
La Warner compró los derechos de la obra, Jack L. Warner le dijo a Albee que quería de protagonistas a Bette Davisy James Mason para Martha y George, con el autoguiño imitándose a sí misma Bette Davis con la frase <Que basura!>, frase famosa del film “Más allá del bosque” (1949), pronunciada por la propia actriz.
Es una adaptación bastante fiel a la obra teatral, apenas pequeños detalles que no alteran el sentido del film, a diferencia de la obra de teatro aparecen dos personajes, el dueño del bar de carretera, con unas pocas palabras y su esposa camarera, sin diálogo. La obra teatral se centra única y exclusivamente en la casa de Matha y George, en el film hay una escena en el coche, otra en el susodicho bar, y otra en el patio de la casa. También se incrusta el momento en que vemos a George ir a buscar algo en un armario, vemos saca lo que parece ser una escopeta, tramo no de la obra teatral.
En conjunto me queda un buen drama que deconstruye con saña las relaciones maritales, con unos protagonistas sublimes, con el defecto de ser algo excesiva. Fuerza y honor!!!