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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Comedia. Aventuras En 1910, tiene lugar una gran carrera entre Londres y París que es patrocinada por el rico editor de un periódico británico. Los participantes proceden de todas partes y protagonizan toda clase de peripecias, rivalidades y aventuras amorosas. (FILMAFFINITY)
13 de mayo de 2012
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
106/07(08/05/12) Irregular cinta británica a la que el tiempo no le ha hecho bien alguno, una comedia de aventuras que es un homenaje a los pioneros de la aviación. Se sitúa en 1910, el dueño del Daily Post, Mr. Rawnsley (buen Robert Morley), para demostrar que el Imperio Británico no solo tiene el dominio de los mares sino también del aire, organiza una carrera internacional de aviones con el premio de 10000 libras para ver quien tarda menos entre Londres y Paris, un año antes el francés Louis Bleriot había cruzado en 37 minutos el Canal de La Mancha de Calais a Dover, a la competición se apuntan pilotos de varias potencias en representación de sus naciones, de USA, Italia, Japón, Francia o por supuesto Inglaterra, se tiran varios días en un aeródromo preparando sus singulares aparatos, allí se producen varios roces en tres los participantes e incluso un triángulo amoroso, hasta que por fin inician la competición el desafío. El realizador Ken Annakin ofrece una bufonada en formato de cine familiar en el que hace un totum revolutum con personajes de varios países a los que otorga un carácter plano, son meros estereotipos con los que nunca se conecta, el único que me ha despertado simpatía es el villano Sir Percy Ware-Armitage (notable Terry-Thomas), un rol que le queda como un guante, reseñable es el desaprovechamiento que hacen del humorista Benni Hill, el resto son clichés que ni molestan ni te atraen, derivando en que te importe un bledo quien gane o pierda. El ritmo es bastante desigual, el guión es bastante pueril, los slapsticks no llegan a producir más de una mueca, todo sumado nos da una cinta que se hace demasiado larga para lo que cuenta, llegando a producir tedio. Lo mejor es lo referente al tributo a los primeros intrépidos románticos de la aviación y a sus únicos aparatos, máquinas voladoras que no superaban los 50 km por hora y donde no tenían más mecanismo de orientación que una brújula, hay réplicas preciosas de aviones de la época, un deleite para los aeroaficionados, que vuelan de modo real, solo en los primeros planos se falsea la acción, en los abiertos es cuando la película cobra sentido, un lindo tributo a la libertad individual enaltecido por la bella fotografía Christopher Challis (‘La Batalla del Rio de la Plata’ o ‘Dos en la carretera’), con postales de una gran estética, pero esto no sala lo enclenque de su desarrollo argumental. Los efectos especiales ceñidos al croma resultan bastante pobres en pantalla de tele, llegando a producir ternura, esto canta mucho, y lo dicho al inicio, el tiempo la a arrugado muchísimo dejándola en un pasable entretenimiento. Mención aparte merecen los ‘genios’ que ponen estos estúpidos títulos. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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