Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Intriga. Aventuras. Thriller En los pasillos de la prestigiosa Universidad de Medicina de Edimburgo, el joven Arthur Conan Doyle recibe sus primeras lecciones forenses. En 1878, cuando conoce al brillante Dr. Bell, Doyle se desvía de sus estudios para explorar un mundo mucho más emocionante: el de la investigación criminal. Ambos ayudarán a la policía local a resolver los casos más complicados. A Doyle le fascina el extraordinario talento de Bell, que le permite ... [+]
13 de septiembre de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
267/22(20/08/11) Primer episodio de esta buena serie de la BBC centrada en la vida del creador del icónico ‘Sherlock Holmes’, Arthur Conan Doyle, basada libremente en hechos reales, relata como Conan Doyle (correcto Robin Laing)) mientras estudiaba en la universidad de Edimburgo conoció en 1877 al carismático Joseph Bell (Grandioso Ian Richardson), profesor de la Facultad de Medicina en el S.IXX que utilizaba un método singular deductivo de minuciosa observación para diagnosticar casos criminales, el estudiante trabó amistad con Bell y pasó a ser su secretario, esto derivó en la mente de Arthur en la creación del más famoso detective de la historia, el relato hace los paralelismos con la serie literaria sherlockiana, Bell es Holmes y Doyle más escéptico pero receptivo es el Dr. Watson, y hay escenas sacadas directamente de sus libros, como lo de la deducción de la personalidad a quien pertenecía un reloj. Cada uno de los capítulos tiene entidad de film, por su cuidada puesta en escena y por su duración de más de hora y media cada uno. Este episodio piloto trata de cómo se conocieron en Edimburgo, Doyle quedó magnetizado por la poderosa personalidad de Bell, y entonces llega su primer caso serio, una serie de brutales asesinatos en los que el homicida deja un puñado de monedas, esto es contado con un ritmo sereno pero atrapante. Los personajes están muy bien descritos, la narración es fluida, el guión de David Pirie es ágil, alternando situaciones de suspense e intriga con buenas dosis de intimismo, y sobre todo se eleva en el retrato de Joseph Bell, donde el poco conocido en nuestro país Ian Richardson (‘Dark City’, ‘Desde el Infierno’ o ‘Brasil’), que ya había interpretado a Sherlock para la tele, crea a un majestuoso investigador, un fascinante héroe con un temple arrollador, tanto es así que cuando él no está en pantalla la cinta lo requiere a gritos. En este episodio también resalta Charles Dance (‘Buenos Días Babiloniua’, ‘Gosford Park’ o ‘Juego de tronos’) como el ambiguo noble sospechoso, un gran villano que transmite la clásica y sardónica flema británica. De lo que más resalta de esta obra es su cuidadísima ambientación, unos escenarios magníficos, un vestuario realista, una fotografía lúgubre de Jhon Kenway que envuelve al relato en unas calles en tinieblas, sucias, sórdidas, habitaciones en semioscuridad donde en cualquier momento puede aparecer Jack the Ripper, es una recreación fascinante de la Gran Bretaña victoriana. Recomendable a los degustadores de Sherlock Holmes. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow