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Voto de TOM REGAN:
6
5,4
2.045
Animación. Comedia
Nueva producción de los creadores de "Wallace y Gromit", que narra la historia de Dug, que junto con su amigo Cerdog, unen a su tribu en contra del archienemigo Lord Nooth y su Ciudad de la Era del Bronce para salvar su hogar. De paso, enseña a su grupo de cavernícolas a jugar al fútbol. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2018
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
153/11(20/07/18) Muy entretenida cinta de animación de la factoría Aardman Animations, dirigida con agilidad y ritmo trepidante por uno de los artífices de la compañía, Nick Park, una divertida comedia en su clásico y tierno estilo stop-motion, escrita por Mark Burton (Wallace & Gromit: La maldición de las verduras” o “La oveja Shawn: La película”) y James Higginson. Un sugerente relato que sigue a una tribu de cavernícolas que viven en un valle anclados en la Edad de Piedra hasta que se topan con unos invasores de la Edad del Bronce, teniendo vital importancia en el relato el futbol, este utilizado como metáfora de como las comunidades afrontan sus retos. Tercer largometraje dirigido por Nick Park (el primero en solitario), tras sus celebrados “Evasión en la granja” y “Wallace & Gromit: La maldición de las verduras”, todos ellos bajo la producción de Aardman, empresa británica de animación que ha llevado la técnica de “stop-motion” o la animación con plastilina “fotograma a fotograma” a impresionantes estándares de calidad. En Cavernícola vuelven a demostrar que este tipo de animación tradicional sigue asombrando, mantiene encanto especial, en este caso sabiendo adaptar algunos efectos por ordenador a la trama. La historia tiene un original planteamiento, el de unir la era más antigua del ser humano con la más actual. El nexo de unión viene a ser como una especie de deidad en ambas épocas: el fútbol. Se puede entender como una bizarra mezcla entre la hustoniana “Evasión o victoria” (1.981) la serie de anime japonés “Campeones: Oliver y Benji”, sumado a elementos que recuerdan al pionero de los efectos especiales con animatroides Harryhausen. Es un film con buenos picos de humor, pero con más situaciones simplistas, con algo menos de imaginación que en obras pretéritas, con más previsibilidad, con más gags anodinos, ello acentuado por un escenario de prehistoria que no se exprime todo lo que sus posibilidades puede dar, ello en un nudo central que sigue unas vías ya muy transitadas, y por tanto poco originales, hablándonos de temas del trabajo en equipo, de la superación de barreras autoimpuestas, de la solidaridad frente al egoísmo individualista. Asimismo entiendo el tema del futbol es abordado para aprovechar el Mundial de Futbol 2018 en Rusia. Se puede ver el relato como una loa al Brexit, y es que los cavernícolas son los guardianes de las tradiciones, viven felices en su valle (entiéndase UK), pero su Edén es asaltado por una potencia exterior (la Unión Europea), que por casualidad (ataque de cinismo) tiene acento francés (Francia fue una delas naciones creadoras de la UE).
Una jocosa secuencia de pre-título muestra con solaz ingenio, muestra a un grupo de homínidos que conviven la tierra con los dinosaurios (no real) inventó el fútbol con un meteoro caliente en la Era Neo-Pleistoceno cerca de lo que finalmente será Manchester, utilizando los dólmenes como porterías, hay una elipsis de varios milenios (indeterminados), y una tribu descendiente de los primeros jugadores de futbol están cazando peligrosos conejos (ataque de cinismo) y reuniéndose felizmente en un valle exuberantemente boscoso, bajo el liderazgo del viejo (con nada menos que 30 años) jefe Bobnar (voz original de Timothy Spall), con artilugios que parecen salidos de “Los Picapiedra”, una afeitadora-escarabajo, unas pinzas-mini-cocodrilos, etc. Buena carta de entrada.
El humor surge de diferentes modos, desde los juegos de palabras (más entendibles para los angloparlantes, pro la profusión de acentos diferentes), el slapstick (todo lo referente a la caza del conejo con el menhir de héroe improvisado), los trampantojos (el efecto de perspectiva del pantagruélico pato, las sombras chinescas, el gallo-transmisor de la Reina, …), los equívocos (el jabalí Hognob dándole un masaje al villano), los anacronismos (la afeitadora, el periódico [Prehistoric Times] que lee Lord Nooth, el pan en rebanadas, el var de la edad de bronce en modo marionetas, o por supuesto el futbol).
Es un relato de enorme sencillez, transitando por lugares comunes sobre relatos de superación deportiva, donde se da el clásico tramo de entrenamiento, de problemas a superar, de frustración y al final el clímax del enfrentamiento final contra los malos, donde se loará el trabajo en equipo frente a los petulantes (siempre lo son) malos narcisistas. Quizás hay menos frescura, menos inspiración, quizás el marco prehistórico se note poco exprimido, hay algún tramo de bajón en su centro, no llega otras obras pretéritas, pero es que el listón estaba muy alto, pero en su conjunto queda en disfrutable.
El modelo de animación irradia el encanto de lo artesanal, de las figuras de plastilina hecha a mano, donde incluso se atisban las huellas dactilares, donde sus movimientos se notan rudimentarios, donde el cabello se mueve de forma torpe, emana la ternura de este ancestral estilo, como se puede dirimir de la historia. De esto se puede extraer una sub-lectura, y es que los protagonistas cavernícolas, podrían ser alter egos de los Aardman y su antiguo sistema de producción, frente al modernismo reflejado en los de la Edad del Bronce (que pueden ser vistos como los que animan por ordenador), y los cavernícolas-Aardman pueden ser especie de aldea de Astérix que se resiste a los Romanos-animación por ordenador.
Una jocosa secuencia de pre-título muestra con solaz ingenio, muestra a un grupo de homínidos que conviven la tierra con los dinosaurios (no real) inventó el fútbol con un meteoro caliente en la Era Neo-Pleistoceno cerca de lo que finalmente será Manchester, utilizando los dólmenes como porterías, hay una elipsis de varios milenios (indeterminados), y una tribu descendiente de los primeros jugadores de futbol están cazando peligrosos conejos (ataque de cinismo) y reuniéndose felizmente en un valle exuberantemente boscoso, bajo el liderazgo del viejo (con nada menos que 30 años) jefe Bobnar (voz original de Timothy Spall), con artilugios que parecen salidos de “Los Picapiedra”, una afeitadora-escarabajo, unas pinzas-mini-cocodrilos, etc. Buena carta de entrada.
El humor surge de diferentes modos, desde los juegos de palabras (más entendibles para los angloparlantes, pro la profusión de acentos diferentes), el slapstick (todo lo referente a la caza del conejo con el menhir de héroe improvisado), los trampantojos (el efecto de perspectiva del pantagruélico pato, las sombras chinescas, el gallo-transmisor de la Reina, …), los equívocos (el jabalí Hognob dándole un masaje al villano), los anacronismos (la afeitadora, el periódico [Prehistoric Times] que lee Lord Nooth, el pan en rebanadas, el var de la edad de bronce en modo marionetas, o por supuesto el futbol).
Es un relato de enorme sencillez, transitando por lugares comunes sobre relatos de superación deportiva, donde se da el clásico tramo de entrenamiento, de problemas a superar, de frustración y al final el clímax del enfrentamiento final contra los malos, donde se loará el trabajo en equipo frente a los petulantes (siempre lo son) malos narcisistas. Quizás hay menos frescura, menos inspiración, quizás el marco prehistórico se note poco exprimido, hay algún tramo de bajón en su centro, no llega otras obras pretéritas, pero es que el listón estaba muy alto, pero en su conjunto queda en disfrutable.
El modelo de animación irradia el encanto de lo artesanal, de las figuras de plastilina hecha a mano, donde incluso se atisban las huellas dactilares, donde sus movimientos se notan rudimentarios, donde el cabello se mueve de forma torpe, emana la ternura de este ancestral estilo, como se puede dirimir de la historia. De esto se puede extraer una sub-lectura, y es que los protagonistas cavernícolas, podrían ser alter egos de los Aardman y su antiguo sistema de producción, frente al modernismo reflejado en los de la Edad del Bronce (que pueden ser vistos como los que animan por ordenador), y los cavernícolas-Aardman pueden ser especie de aldea de Astérix que se resiste a los Romanos-animación por ordenador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Como ya he mencionado arriba el relato se puede ver como un refuerzo moral sobre el pro-Brexit, y es que se supone que el futbol nació cerca de Manchester (UK), una especie de isla-valle apartado del resto del mundo (Europa entiéndase, esto atomizado por la amalgama de acentos europeo-continentales que se escuchan en “Broncelandia”, empezando por el arrogante gabacho Lord Nooth, el malo malísimo) cual mencionada ínsula, que viene a robar sus “riquezas” (el bronce, entiéndase pasado por este filtro Brexitiano que dan más de lo que reciben con respecto a la UE), y que incluso han hurtado su “sagrado” juego (el futbol), estos además en su equipo visten con los colores del azul y amarillo (casualidad que sean los de la bandera UE), y los cavernícolas el rojo y blanco (los de los ingleses ManU).
La puesta en escena rezuma la dulzura que el stop-motion posee, ayudado por un precioso diseño de producción de Matt Perry (“Chicken Run” o “Piratas!”), creando un mundo prehistórico muy divertido, una ciudad de Bronce muy imaginativa, un campo de fútbol que transpira estilo retro (sumado a los efectos visuales para crear la multitud de espectadores), esto embellecido por la ultra-cromática cinematografía Dave Alex Riddett (“Chicken Run” o “Piratas!”), transpirando viveza y energía. Como curiosidad se grabó en audio a una multitud de personas en el Memorial Stadium Home of Bristol Rovers (Bristol es la ciudad de los Aardman Studios).
El protagonista es Doug (v.o. de Eddy Redmaine), le falta el carisma de otros roles de la factoría de Bristol, aun así cumple; El villano es aquí Lord Nooth (v.o. de Tom Hiddleston), un malo malísimo histriónico, amanerado, cínico, mordaz, pero con una debilidad se temor ante su esposa, en el doblaje español está Mario vaquerizo, que hace una buena labor; Los roles más divertidos son los animales, como ese jabalí Hognob (gruñidos por voz de Nick Park), hace las veces de Gromit como mejor amigo del protagonista, y como el can es el que más luces tiene; El conejito da graciosos momentos como objetivo alimentario de la tribu cavernícola, muy chistoso participando de la fiesta de estos cuando está siendo asado por estos; Está la chispeante ave mensajera (v.o. Rob Brydon) que emite los recados mimetizándose con su emisor y acojonando en sus mensajes a Lord Nooth; Está el pato gigante con dientes que tiene su evolución de monstruo destroza todo a mascota de la tribu; La Reina Oofeefa (v.o. de Miriam Margolyes), con nombre fonéticamente aullido contra la FIFA, en su poco tiempo deja destellos de rol jocoso con el poder de intimidación contra Lord Nooth.
En conjunto un entretenido film de animación, con algunos deliciosos gagas, pero algún escalón por debajo de lo acostumbrado en la factoría Aardman Fuerza y honor!!!
La puesta en escena rezuma la dulzura que el stop-motion posee, ayudado por un precioso diseño de producción de Matt Perry (“Chicken Run” o “Piratas!”), creando un mundo prehistórico muy divertido, una ciudad de Bronce muy imaginativa, un campo de fútbol que transpira estilo retro (sumado a los efectos visuales para crear la multitud de espectadores), esto embellecido por la ultra-cromática cinematografía Dave Alex Riddett (“Chicken Run” o “Piratas!”), transpirando viveza y energía. Como curiosidad se grabó en audio a una multitud de personas en el Memorial Stadium Home of Bristol Rovers (Bristol es la ciudad de los Aardman Studios).
El protagonista es Doug (v.o. de Eddy Redmaine), le falta el carisma de otros roles de la factoría de Bristol, aun así cumple; El villano es aquí Lord Nooth (v.o. de Tom Hiddleston), un malo malísimo histriónico, amanerado, cínico, mordaz, pero con una debilidad se temor ante su esposa, en el doblaje español está Mario vaquerizo, que hace una buena labor; Los roles más divertidos son los animales, como ese jabalí Hognob (gruñidos por voz de Nick Park), hace las veces de Gromit como mejor amigo del protagonista, y como el can es el que más luces tiene; El conejito da graciosos momentos como objetivo alimentario de la tribu cavernícola, muy chistoso participando de la fiesta de estos cuando está siendo asado por estos; Está la chispeante ave mensajera (v.o. Rob Brydon) que emite los recados mimetizándose con su emisor y acojonando en sus mensajes a Lord Nooth; Está el pato gigante con dientes que tiene su evolución de monstruo destroza todo a mascota de la tribu; La Reina Oofeefa (v.o. de Miriam Margolyes), con nombre fonéticamente aullido contra la FIFA, en su poco tiempo deja destellos de rol jocoso con el poder de intimidación contra Lord Nooth.
En conjunto un entretenido film de animación, con algunos deliciosos gagas, pero algún escalón por debajo de lo acostumbrado en la factoría Aardman Fuerza y honor!!!