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Voto de TOM REGAN:
6
6,2
10.276
Bélico. Acción. Thriller
El 11 de septiembre de 2012, en el aniversario de los ataques terroristas a las Torres Gemelas y al Pentágono, un grupo de milicianos islamistas atentaron contra el consulado estadounidense y un anexo cercano de la CIA en Bengasi, Libia. Un equipo de seis miembros de Operaciones Especiales de Estados Unidos fue enviado para rescatar a los supervivientes. (FILMAFFINITY)
22 de noviembre de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
390/12(13/11/21) Electrizante thriller bélico dirigido y producido por el experto en blockbusters Michael Bay, en uno de esas (para él) raras producciones de bajo presupuesto en que se basa en hechos reales, como ya hizo en la a reivindicar “Pain and Gain” (2013), alejándose de la populista saga “Transformers”. Guión de Chuck Hogan, basado en el libro “13 Hours: The Secret Soldiers of Benghazi” de 2014 de Mitchell Zuckoff, sigue a seis (‘contratistas) miembros del equipo de seguridad de Annex fichados por la CIA, combatieron para defender de modo extra oficial el complejo diplomático estadounidense en Bengasi (Libia), después de las oleadas de ataques de militantes el 11 de septiembre de 2012, en medio de manifestaciones en contra de un cortometraje norteamericano, “La inocencia de los Musulmanes”, ridiculizaba a Mahoma y al Islam, también se dice que pudo estar organizado el ataque por Al-Qaeda (reivindicaron el ataque), o por milicias gadafistas). Siendo un tributo a estos héroes cuasi-anónimos por mor de su encubierta labor, donde parte ellos entregaron sus vidas para defender a los suyos cuando el gobierno decidió desentenderse de ellos por no estar estos oficialmente en el país norteafricano, tocando temas tan ‘demodé’ como el sentido del deber, el honor, el compañerismo, el patriotismo, y sobre todo el sacrifico personal por un bien mayor, y todo esto nos lo hace llegar Bay diáfanamente. Por supuesto que puede pecar de simplismo, que les falta profundidad a los personajes, pero en lo referente a entretenimiento y empatía con los protas cumple.
La película se centra en Jack Silva (John Krasinski), un ex SEAL de la Marina que pone su vida familiar en espera para un período de servicio en Libia como parte de un equipo de seguridad de seis hombres en una base encubierta de la CIA en Bengasi, que en la post-era de Moammar Gadhafi se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del planeta. Normalmente es Zero Bro Thirty en su anexo diplomático, donde los chicos juegan videojuegos y leen a Joseph Campbell cuando no están en misiones. Apenas unas semanas antes de regresar a casa, surge una situación explosiva cuando el complejo cercano del embajador estadounidense Chris Stevens (Matt Letscher) es atacado por militantes islámicos en el aniversario del 11 de septiembre. Las tensiones son feroces cuando el arrogante jefe de la base de la CIA (David Costabile) no permite que Rone (James Badge Dale), Jack y su escuadrón abandonen los terrenos para ayudar.
Aunque tenga un primer tramo un tanto extenso para delinear a los personajes, pero es que si fuera mejor le daría mejor puntuación, pero cuando la acción arranca es un frenesí trepidante en el que embarcas. Me ha sido un film que cuando coge impulso te atrapa, tiene vigorosas escenas de acción que entroncan claramente con las de “Black Hawk Down” (2001), sobre todo en el asedio de innumerables enemigos a una fuerza muy minoritaria, una especie de revival africano de “El Álamo”, que se acerca (como bien he leído) a uno de los mantras cinéfilos de John Carpenter, donde un grupo aislado es asediado por una fuerza superior, donde parte de la tensión viene de que los americanos no saben si cuando se acerca alguien a su recinto es ‘bueno’ o ‘malo’, “Todos son malos hasta que no lo son” (Tanto).
Poseyendo la marca de la casa en cuanto a nervio, energía, dosis de adrenalina, hermandad, el valor de la familia, montaje de escenas cortas una sobre otra para emitir la zozobra, la inquietud e incluso el caos, sonido estridente, violencia desatada, filmado todo por el DP Dion Beebe (“Collateral” o “Memorias de una geisha”), con enorme rigor verité (se filmó en Malta y Marruecos), con tomas panorámicas dramáticas en su exposición de clima de terror, mucha cámara en mano transmitiendo ser reportero de guerra, pareciendo estamos inmersos en los cruentos tiroteos, con primeros planos, subjetivos (incluso de proyectiles de mortero cual la bomba de “Pearl Harbor” cayendo), explosiones, sangre a borbotones, muertos, avalanchas de ‘malos’ cual hordas de orcos, incluso con una escena en que emergen de una neblina que los hace cuasi-monstruos, también muy buena en las secuencias de noche. Transpirando autenticidad, como en esa escena en que los militares se equivocan en su auto y caen en una ratonera de ‘malos’, o cuando están los agentes revisando la residencia del embajador cuando esta arde y no saben si ellos serán emboscados allí, la tensión se masca.
Hay quien la tilda para denigrarla de cine patriotero, cuando lo que ensalza es el compañerismo en pos no de luchar por una causa, si no por el colega que tienes al lado, pues de hecho los estadounidenses como institución no queda bien parada, al culparla por omisión del deber. Teniendo de protagonistas a unos competentes actores, alejados de las stars hollywoodienses para hacerlos más cercanos, todos ellos cumpliendo con creces como James Badge Dale (como Tyrone "Rone" Woods, el mejor de todos en su a sentida y carismática actuación), John Krasinski (como Jack Silva [seudónimo] dejando impronta de humanidad, sobre todo en sus tiernas conversaciones con su familia). Es nuestros ojos inocentes en el conflicto al ser recién llegado), Pablo Schreiber (como Kris "Tanto" Paronto, bordando su rol de tipo duro que tiene sus debilidades), Max Martini (como Mark "Oz" Geist), David Denman (como Dave ‘Boon’ Benton), y Dominic Fumusa (John "Tig" Tiegen), con papeles secundarios de Toby Stephens, Alexia Barlier (la plúmbea presencia femenina) y David Costabile (el villano de la función, como burócrata timorato da muy bien con su volubilidad).
Me llama la atención que haya quien se queje de la visión que se da de los libios, es querer buscarle tres pies al gato, pues la narración es toda en tiempo real y desde el punto de vista de estos seis soldados... (sigo en spoiler)
La película se centra en Jack Silva (John Krasinski), un ex SEAL de la Marina que pone su vida familiar en espera para un período de servicio en Libia como parte de un equipo de seguridad de seis hombres en una base encubierta de la CIA en Bengasi, que en la post-era de Moammar Gadhafi se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del planeta. Normalmente es Zero Bro Thirty en su anexo diplomático, donde los chicos juegan videojuegos y leen a Joseph Campbell cuando no están en misiones. Apenas unas semanas antes de regresar a casa, surge una situación explosiva cuando el complejo cercano del embajador estadounidense Chris Stevens (Matt Letscher) es atacado por militantes islámicos en el aniversario del 11 de septiembre. Las tensiones son feroces cuando el arrogante jefe de la base de la CIA (David Costabile) no permite que Rone (James Badge Dale), Jack y su escuadrón abandonen los terrenos para ayudar.
Aunque tenga un primer tramo un tanto extenso para delinear a los personajes, pero es que si fuera mejor le daría mejor puntuación, pero cuando la acción arranca es un frenesí trepidante en el que embarcas. Me ha sido un film que cuando coge impulso te atrapa, tiene vigorosas escenas de acción que entroncan claramente con las de “Black Hawk Down” (2001), sobre todo en el asedio de innumerables enemigos a una fuerza muy minoritaria, una especie de revival africano de “El Álamo”, que se acerca (como bien he leído) a uno de los mantras cinéfilos de John Carpenter, donde un grupo aislado es asediado por una fuerza superior, donde parte de la tensión viene de que los americanos no saben si cuando se acerca alguien a su recinto es ‘bueno’ o ‘malo’, “Todos son malos hasta que no lo son” (Tanto).
Poseyendo la marca de la casa en cuanto a nervio, energía, dosis de adrenalina, hermandad, el valor de la familia, montaje de escenas cortas una sobre otra para emitir la zozobra, la inquietud e incluso el caos, sonido estridente, violencia desatada, filmado todo por el DP Dion Beebe (“Collateral” o “Memorias de una geisha”), con enorme rigor verité (se filmó en Malta y Marruecos), con tomas panorámicas dramáticas en su exposición de clima de terror, mucha cámara en mano transmitiendo ser reportero de guerra, pareciendo estamos inmersos en los cruentos tiroteos, con primeros planos, subjetivos (incluso de proyectiles de mortero cual la bomba de “Pearl Harbor” cayendo), explosiones, sangre a borbotones, muertos, avalanchas de ‘malos’ cual hordas de orcos, incluso con una escena en que emergen de una neblina que los hace cuasi-monstruos, también muy buena en las secuencias de noche. Transpirando autenticidad, como en esa escena en que los militares se equivocan en su auto y caen en una ratonera de ‘malos’, o cuando están los agentes revisando la residencia del embajador cuando esta arde y no saben si ellos serán emboscados allí, la tensión se masca.
Hay quien la tilda para denigrarla de cine patriotero, cuando lo que ensalza es el compañerismo en pos no de luchar por una causa, si no por el colega que tienes al lado, pues de hecho los estadounidenses como institución no queda bien parada, al culparla por omisión del deber. Teniendo de protagonistas a unos competentes actores, alejados de las stars hollywoodienses para hacerlos más cercanos, todos ellos cumpliendo con creces como James Badge Dale (como Tyrone "Rone" Woods, el mejor de todos en su a sentida y carismática actuación), John Krasinski (como Jack Silva [seudónimo] dejando impronta de humanidad, sobre todo en sus tiernas conversaciones con su familia). Es nuestros ojos inocentes en el conflicto al ser recién llegado), Pablo Schreiber (como Kris "Tanto" Paronto, bordando su rol de tipo duro que tiene sus debilidades), Max Martini (como Mark "Oz" Geist), David Denman (como Dave ‘Boon’ Benton), y Dominic Fumusa (John "Tig" Tiegen), con papeles secundarios de Toby Stephens, Alexia Barlier (la plúmbea presencia femenina) y David Costabile (el villano de la función, como burócrata timorato da muy bien con su volubilidad).
Me llama la atención que haya quien se queje de la visión que se da de los libios, es querer buscarle tres pies al gato, pues la narración es toda en tiempo real y desde el punto de vista de estos seis soldados... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
...De hecho se les muestra con un grupo que ayuda a los americanos (El 17 de febrero), hay un traductor valiente que no abandona a los americanos, o que incluso si todo acaba es por la llegada de fuerzas libias para proteger al complejo. El enfoque es el que vemos, los militares defendiendo las instalaciones contra decenas o cientos de libios que les atacan y punto (Hay una especie de líder que se ‘pavonea’ por algunas escenas), la película no va (al menos así lo entiendo yo) sobre quiénes son los buenos o malos, va sobre la valentía de estos que se defienden, de cómo el físico y lo psíquico les va minando en una insoportable noche de asedio encarnizado. Que se le achaque a la cinta que muestre a la poli abandonando traicioneramente el complejo, como una visión de cobardía de los libios me resulta de un buenismo grimante, pues si fue así como ocurrió, porque no enseñar cómo se terminaron de quedar solos los americanos? Sería (sé que es llevarlo muy al extremo) en las películas de nazis se les acusara de anti-alemanes por mostrar a los germanos empujando a los judíos a las cámara de gas. Pero es que a veces nos la cogemos con papel de fumar. Se dice que los libios son como una masa uniforme de zombis a exterminar por los americanos en los avances contra estos, donde no sentimos nada por sus muertes, pero si (por Dios!) son los que atacan! Ellos disparan a quien no conocen, ha de poner Bay la biografía de los libios que caen?; Reseñable es el modo en que reflejan a los civiles libios, conviven con la violencia de modo rutinario, los vemos ver futbol, pastorear rebaños de cabras, deambulando.
Hay quienes atacan las escenas de las video llamadas de los protagonistas a sus esposas e hijos, acepto que puede ser algo sentimentalista, pero entiendo que no hay mejor forma de humanizarlos que con este recurso, con el que nos llega su lado íntimo, nos hace ver que tienen vida lejos de este escenario ‘bélico’. Sus momentos de camaradería también son bien llevados para que luego sintamos su tensión por lo que les sucede a cada uno.
Como defectos mencionaré que la duración es excesiva para lo que cuenta, se estira demasiado en sus 140 minutos, por otro lado una costumbre muy de Bay; En la película no queda clara la espoleta que lleva a los asediadores a atacar a los estadounidenses; El momento climático es el ataque con morteros de los libios a los americanos, estos comienzan a caer por todos lados, y de buenas a primeras dejan de lanzar proyectiles, no se sabe el porqué, cuando los yankis no tenían nada con que contrarrestarlos.
Tiene un rush final que sin ser nada profundo o potente, si es satisfactorio, dejando un alegórico mensaje con su última imagen (spoiler).
Spoiler:
En esa última imagen, una bandera Barras y estrellas de Estados Unidos aparece semi hundida en el agua de una piscina, como símbolo de una nación a la deriva, herida por sus propios errores.
A juicio de sus protagonistas, el atentado de Bengasi estaba planeado con semanas de antelación y poco tenía que ver con la película antimusulmana que apareció en YouTube. Pero la administración Obama aceptó equivocarse una vez que su propio comité de investigación hizo su trabajo, hace mucho tiempo. La película dice que la CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono están peligrosamente descoordinados. Dice que hombres valientes y buenos perdieron la vida porque un grupo de funcionarios no actuó con la suficiente rapidez.
La embajada de los Estados Unidos en la ciudad de Bengasi fue “atacada” por un grupo armado con el resultado de 4 estadounidenses muertos, incluyendo el embajador Chris Stevens.
“La suerte es una prostituta cuyo nombre de stripper es Karma”.
Me queda un film ameno que deja substrato de reflexión. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/11/13-horas.html
Hay quienes atacan las escenas de las video llamadas de los protagonistas a sus esposas e hijos, acepto que puede ser algo sentimentalista, pero entiendo que no hay mejor forma de humanizarlos que con este recurso, con el que nos llega su lado íntimo, nos hace ver que tienen vida lejos de este escenario ‘bélico’. Sus momentos de camaradería también son bien llevados para que luego sintamos su tensión por lo que les sucede a cada uno.
Como defectos mencionaré que la duración es excesiva para lo que cuenta, se estira demasiado en sus 140 minutos, por otro lado una costumbre muy de Bay; En la película no queda clara la espoleta que lleva a los asediadores a atacar a los estadounidenses; El momento climático es el ataque con morteros de los libios a los americanos, estos comienzan a caer por todos lados, y de buenas a primeras dejan de lanzar proyectiles, no se sabe el porqué, cuando los yankis no tenían nada con que contrarrestarlos.
Tiene un rush final que sin ser nada profundo o potente, si es satisfactorio, dejando un alegórico mensaje con su última imagen (spoiler).
Spoiler:
En esa última imagen, una bandera Barras y estrellas de Estados Unidos aparece semi hundida en el agua de una piscina, como símbolo de una nación a la deriva, herida por sus propios errores.
A juicio de sus protagonistas, el atentado de Bengasi estaba planeado con semanas de antelación y poco tenía que ver con la película antimusulmana que apareció en YouTube. Pero la administración Obama aceptó equivocarse una vez que su propio comité de investigación hizo su trabajo, hace mucho tiempo. La película dice que la CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono están peligrosamente descoordinados. Dice que hombres valientes y buenos perdieron la vida porque un grupo de funcionarios no actuó con la suficiente rapidez.
La embajada de los Estados Unidos en la ciudad de Bengasi fue “atacada” por un grupo armado con el resultado de 4 estadounidenses muertos, incluyendo el embajador Chris Stevens.
“La suerte es una prostituta cuyo nombre de stripper es Karma”.
Me queda un film ameno que deja substrato de reflexión. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/11/13-horas.html