Que mejor fecha que la Navidad para ver esta película, aprovechando el bajón de defensas cinematográficas que sufre mi cuerpo, que se encuentra bastante más tolerante a tragarse lo que le echen. Sea lo que fuere, el caso que me ha entretenido bastante. Es más, en su sencillez radica su encanto, llenos de gags divertidos que nos retrotraen nuestra infancia. Una comedia, pero con un sentido del humor más fino de lo que nos tienen acostumbrados los americanos.

El guión me ha parecido muy trabajado, siendo uno de los pilares fundamentales de la película. Ahora que estamos en fechas familiares y nos encontramos más receptivos emotivamente, la recomiendo a todo aquel que quiera recordar durante hora y media, como he dicho, esa etapa de nuestra vida que en lo que a mi respecta, guardo un recuerdo imborrable y nostálgico.

Un saludo a todos.