Pequeña joyita del cine mudo, es más una comedia que una obra de terror. Lo que más me llama la atención es la falta de desafío que una apuesta de este tipo tendría hoy en día, probablemente “miedo” sería una de las últimas emociones que podría experimentar su eventual protagonista. Un hipopótamo da más tristeza que miedo al estar en peligro de extinción, un pato que entra por una puerta no asusta, sumados a situaciones que pondría a temblar a algunos, como culebras, tigres, calaveras, veneno o un mayordomo de cera.
Pero el hecho que define la apuesta, hoy en día asustaría a la minoría, y en algunos tal vez produzca todo lo contrario. Recuerdo que leía hace algunos años en la revista Forbes una encuesta en la que se preguntaba ¿Cuál sería la PRIMERA medida que tomaría si ganara un premio de un billón de dólares?, existían varias opciones dentro de las respuestas: comprar el yate más grande del mundo, un castillo en el Sur de Francia, un garaje llenos de los mejores automóviles de colección, un viaje alrededor del mundo, un viaje al espacio exterior, comprar el equipo deportivo del cual es fanático y alguna otra que ya no recuerdo, ¿Qué opción ganó?, la opción ganadora con algo más del 65% fue: Contratar al mejor abogado de divorcios.
Dr.Juventus