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Voto de historiadelcine:
8
2016
Documental, Intervenciones de: Silvia Abascal, Sergio Peris-Mencheta, Juan Diego Botto, Quique Fernández ...
6,1
189
Documental
Una escritora y un director se reúnen con cuatro conocidos actores para hablar de un posible proyecto teatral. Mientras disfrutan de una comida al aire libre, la obra de teatro pasa a un segundo plano, y la conversación se centra en sus vidas, sus almas, sus miedos y sus sueños, como nunca antes lo habían hecho. (FILMAFFINITY)
25 de marzo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada vez estoy más de acuerdo en que el rodaje con varias cámaras a tiempo real o en su defecto el plano secuencia, permite que todo sea más fluido, más natural y menos artificioso, llegando incluso a respirarse vida.
Éste es uno de los motivos por lo que esta estupenda película está en esta sección más de autor del Festival de Cine de Málaga. Porque no es una película de ficción al uso, de hecho es más bien un documental o experimento audiovisual.
Los Comensales es una quedada entre amigos. Donde el espectador ve y disfruta de lo que estos "amigos" tienen que contarse y contarnos. Todo es un fluir constante. El guion está totalmente improvisado. No hay pautas, ni escaleta, ni texto.
El espectador ve a los actores llegar a la mesa y saludarse afectivamente. Pero poco segundos después pasa algo. Se va notando que no son actores, son seres humanos. No tienen que implantarse otra personalidad, son ellos mismos. Sé todo esto porque en el coloquio posterior se aclaran muchas cosas que hacen que la obra cinematográfica tenga aún más valor. Lo explico.
Éste es uno de los motivos por lo que esta estupenda película está en esta sección más de autor del Festival de Cine de Málaga. Porque no es una película de ficción al uso, de hecho es más bien un documental o experimento audiovisual.
Los Comensales es una quedada entre amigos. Donde el espectador ve y disfruta de lo que estos "amigos" tienen que contarse y contarnos. Todo es un fluir constante. El guion está totalmente improvisado. No hay pautas, ni escaleta, ni texto.
El espectador ve a los actores llegar a la mesa y saludarse afectivamente. Pero poco segundos después pasa algo. Se va notando que no son actores, son seres humanos. No tienen que implantarse otra personalidad, son ellos mismos. Sé todo esto porque en el coloquio posterior se aclaran muchas cosas que hacen que la obra cinematográfica tenga aún más valor. Lo explico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es un experimento, los actores son convocados por Sergio Villanueva, utilizando a S. Peris-Mencheta como nexo entre los comensales. De hecho, entre los demás apenas se conocían. Esto dio más dinamismo. Para no intervenir en la naturalidad, las cámaras se colocaron muy lejos de los actores, grabando de forma simultánea. Y estos ignoraban si estaban grabando o no.
Aunque no hay guion si hay un "problema", una incógnita. Desde el principio esperan a un sexto comensal, el cual tiene reservado una silla al extremo opuesto de la mesa. El hecho de que este comensal no apareciera, sólo lo sabían el director y Peris-Mencheta. Con lo que se juega con ese cierto aire de incertidumbre.
Ningún plano tiene una segunda toma. Están grabadas seis horas de metraje a tiempo real y posteriormente se seleccionaron y ordenaron magistralmente las imágenes a mostrar. Y se estructuró el film con fundidos a negro que tenían que ver con el momento de la comida en la que estaban: el entrante, el postre, la sobremesa....
Y el contenido de lo que hablan... Hablan de tantas y tantas cosas: del oficio del actor, de cine, de la paternidad, del hecho de perder a los seres queridos, de amores pasados (Peris-Mencheta fue pareja de Silvia Abascal), hablan de la vida.
Para mí ha sido un placer ser el sexto comensal durante la proyección y poder hablar después en el coloquio con los protagonistas y el director.
Aunque no hay guion si hay un "problema", una incógnita. Desde el principio esperan a un sexto comensal, el cual tiene reservado una silla al extremo opuesto de la mesa. El hecho de que este comensal no apareciera, sólo lo sabían el director y Peris-Mencheta. Con lo que se juega con ese cierto aire de incertidumbre.
Ningún plano tiene una segunda toma. Están grabadas seis horas de metraje a tiempo real y posteriormente se seleccionaron y ordenaron magistralmente las imágenes a mostrar. Y se estructuró el film con fundidos a negro que tenían que ver con el momento de la comida en la que estaban: el entrante, el postre, la sobremesa....
Y el contenido de lo que hablan... Hablan de tantas y tantas cosas: del oficio del actor, de cine, de la paternidad, del hecho de perder a los seres queridos, de amores pasados (Peris-Mencheta fue pareja de Silvia Abascal), hablan de la vida.
Para mí ha sido un placer ser el sexto comensal durante la proyección y poder hablar después en el coloquio con los protagonistas y el director.