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Voto de Eltornillodeklaus:
7
Comedia Un perro salchicha es acogido por una técnica veterinaria llamada Dawn Wiener (Greta Gerwig). El adorable perro también se encuentra con un niño, un profesor de cine, y una abuela y una nieta con problemas. (FILMAFFINITY)
13 de septiembre de 2016
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Greta Gerwig + Wiener Dog —una adorable perra salchicha— podrían parecer la receta perfecta para el sueño mojado indie de este año. Nada más lejos de la realidad. Algunos espectadores la han tildado de “deprimente, disfuncional y repugnante”.

Se ve que no conocían a un veterano como Solondz, ni estaban preparados para ver auténtico cine independiente, fuera de los cánones amistosos de Sundance —pese a que el festival la avalase—. Tampoco entendieron la ironía del personaje interpretado por Julie Delpy cuando afirma categóricamente que: “Nosotros los humanos somos los mejores amigos del perro”, mientras se dirige a la clínica veterinaria con la intención de esterilizar a su “mascota”.

La película arremete contra la educación familiar, las escuelas de cine, Woody Allen, la descendencia controlada (o no), las confidencias “chica a chica”… aun cuando la protagonista indiscutible del último film de Todd Solondz es Wiener Dog: una perra salchicha de ojos tristones y estómago delicado, que nadie sabe cómo ni por qué recorre su propia odisea a través de las tragicómicas historias de los diversos y variopintos personajes que la adoptan.
Estos representan cada una de las etapas de la vida, encarnados por rostros y parejas tan significativas como Julie Delpy y Keaton Nigel Cooke (la infancia), Greta Gerwig y Kieran Culkin (la juventud), Danny De Vito (la madurez) o Zosia Mamet y Ellen Burstyn (el ocaso). Con todos ellos, guarecidos en sus crisálidas invisibles, presenciamos cómo las certezas indiscutibles del hombre y de la mujer, se tambalean con poco que sean zarandeadas. Que la vergüenza, la justificación fabulada y el salvajismo son algunos de los adjetivos que Solondz atribuye a la sociedad que mejor conoce. Su cuadro —tan acertado como políticamente incorrecto— muestra las diferentes etapas generacionales a las que nos vemos sometidos por el paso del tiempo y no en balde nos presenta en uno de sus primeros fotogramas al pequeño Remi tumbado en la hierba y absorto en sus propios delirios, imagen paródica de Boyhood (Richard Linklater, 2014).

Nuestra perra salchicha parece un hot dog: es débil, ha sido sometida y, como todos los personajes de este film, carece de voluntad. Pero es una superviviente, un hilo conductor emocional y reflexivo de nuestra sociedad, es vida, con todas sus contradicciones, y es arte.

— ¿Cuándo crees que podemos dejar a “perra salchicha” fuera de su jaula?
— Cuando ella está domesticada.
— ¿Por qué la gente dice “domesticado”?
— Porque…Remi, tienes que romper a un perro, quebrar su voluntad, para que se someta a tu voluntad. Es un tipo de civilización. Para que los perros actúen como seres humanos.
— ¿Quieres decir que así van al baño afuera, en lugar de adentro?
— Exactamente. Pero solo cuando se rompe una voluntad.
—¿Qué es una voluntad?

Más en: http://eltornillodeklaus.com/2016/09/13/wiener-dog-todd-solondz-perros-sometidos-y-sin-voluntad-peliculas/
Eltornillodeklaus
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