No sé si será por estar poco acostumbrado al cine japonés, pero ni la terminé. Su excesiva lentitud y ritmo pausado no compensan el buen trabajo del niño protagonista ni las graciosas "rayadas" de Takeshi en plan: "¡Será cabrón!" (su frase más repetida). En definitiva, la historia de un Marco asiático que, en lugar del mono Amedio, se lleva de acompañante a Kitano.
Si quieres iniciarte en el celuloide nipón, ésta no es la película adecuada. Lo único que se salva, hay que reconocerlo, es la bonita banda sonora.
spoiler:
Eso sí, para los fans de "Humor amarillo": Reconoceréis en los moteros a dos esbirros de Takeshi en el concurso, el Sr. Panda y el calvo.