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Voto de Luis Miguel:
8
6,1
5.031
Thriller. Intriga
Tom Ripley es un refinado y cruel traficante de obras de arte que se ha retirado a vivir al Véneto (Italia) con una violonchelista. Inesperadamente sus negocios se complican, pero en esta ocasión no quiere intervenir personalmente; lo que quiere es poner a prueba la honradez de un honrado padre de familia gravemente enfermo. (FILMAFFINITY)
22 de abril de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El juego de Ripley" puede parecer una película menor porque el protagonista ya se encuentra en una edad madura, a diferencia de los papeles interpretados en su día por Alain Delon o Matt Damon. Sin embargo, el casting acertó en asignar el personaje a John Malkovich. Este gran actor es lo mejor por su capacidad creativa, como el propio Tom: Culto, refinado estéticamente, pero al mismo tiempo un auténtico psicótico cuando alguien se entromete en sus asuntos.
La primera escena con las obras de arte falsas basta para plasmar la personalidad de Ripley, aunque aquí nos confunde en cuanto a sus tendencias amorosas (hasta ahora pensaba que era gay y en esta ocasión lo convierten en hetero o bisexual conviviendo con la clavecinista). No convence tanto Dougray Scott, cuya situación límite se acentúa durante el metraje, pero demasiado tarde. Antes de plantearse lo que va a hacer, no vemos una sola secuencia que nos transmita su desesperación, la cual le otorgaría mayor credibilidad. La bella Lena Headey cumple, pero sus intervenciones tampoco dan para más. Quizá también podríamos destacar a Ray Winstone como Reeves, el socio de Ripley.
Aunque la dirección de Liliana Cavani es correcta y la fotografía maravillosa - especialmente en los paisajes italianos -, se echa de menos una concreción en la definición de los personajes (ver spoiler).
El argumento es, en mi opinión, más entretenido que el de "El talento de Mr. Ripley". Ignoro en qué década transcurre la novela, pero me parece algo actualizada si la trasladamos veinte años - aproximadamente - después de la anterior.
La primera escena con las obras de arte falsas basta para plasmar la personalidad de Ripley, aunque aquí nos confunde en cuanto a sus tendencias amorosas (hasta ahora pensaba que era gay y en esta ocasión lo convierten en hetero o bisexual conviviendo con la clavecinista). No convence tanto Dougray Scott, cuya situación límite se acentúa durante el metraje, pero demasiado tarde. Antes de plantearse lo que va a hacer, no vemos una sola secuencia que nos transmita su desesperación, la cual le otorgaría mayor credibilidad. La bella Lena Headey cumple, pero sus intervenciones tampoco dan para más. Quizá también podríamos destacar a Ray Winstone como Reeves, el socio de Ripley.
Aunque la dirección de Liliana Cavani es correcta y la fotografía maravillosa - especialmente en los paisajes italianos -, se echa de menos una concreción en la definición de los personajes (ver spoiler).
El argumento es, en mi opinión, más entretenido que el de "El talento de Mr. Ripley". Ignoro en qué década transcurre la novela, pero me parece algo actualizada si la trasladamos veinte años - aproximadamente - después de la anterior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pase que Sarah no acompañe a Jonathan a Berlin para cuidar del niño y por su trabajo (aunque resulta extraño que no pueda viajar con él para una visita médica tan importante). Pase que Jonathan puede matar con facilidad al ruso en el zoo porque Reeves ha previsto todos sus movimientos. Pero lo de que no se sorprenda de ver a Ripley en el tren cuando se dispone a estrangular al capo ucraniano, eso no se lo traga nadie. ¿Qué mínimo que le pidiera una explicación de su presencia allí?