El comienzo promete con un padre y su hija se quedan varados en un enclave de mala muerte en el desierto de Nevada donde se ha cometido un asesinato… pero el asunto se diluye.

Se abren tres tramas: asesinatos, romance adolescente e intentar salir del agujero. Sin embargo, ninguna de las historias llega a desarrollarse con profundidad, ni gozar de credibilidad o tener la intensidad suficiente. Tampoco hay intriga, ya que enseguida intuyes quién es el asesino dentro de la amalgama de personajes que te presentan: adolescentes malote y rarito, dueña con malas pulgas de un parque de caravanas, llanero solitario, sheriff, pareja de amigas también varadas…

Con todo, entretiene un rato y sirve para el lucimiento de una joven Drew Barrymore, que realmente es la única figura destacable y de interés de todo el elenco.