1. Síntesis
Entretenida y notable película de cine negro con crimen, rubia fatal, asesino, falso culpable, intrigas, trepas… que hay que degustar al menos una vez en la vida.
Saliendo Edward G. Robinson siempre hay garantías de buen cine.

2. Sinopsis
Una aspirante a actriz principal en una cadena de televisión está liada con tres hombres: su todavía marido, el guionista estrella de un exitoso programa y el asesor experto en criminología de la cadena.
Comienza a chantajear al guionista cuando es abandonada de forma repentina por este. Poco después aparece muerta en su apartamento y ese crimen parece idóneo para representarlo dentro del capítulo semanal de la serie en la que colaboran los dos protagonistas…

3. Personajes
Paula Ranier (Kathleen Hughes): actriz de segunda fila que aspira a conquistar el mundo televisivo. La rubia manipula a los hombres con soltura y los exprime hasta que no puede obtener nada más de ellos. Está encaprichada de Don. Sin ella no habría película.

Don Newell (John Forsythe): pánfilo que sucumbe a los encantos de Paula. Es el guionista principal con un salario semanal de 500 dólares.

Henry (Edward G. Robinson): enamorado de la rubia pécora, si bien no es recíproco porque ella simplemente lo está utilizando. Asesor de la cadena en materia de crímenes con un salario semanal de 150 dólares.

Abott: marido de Paula Ranier mezclado en asuntos turbios. Empleado en una oficina de aviación por 90 dólares a la semana. Sospechoso habitual.

Louise (Marcia Henderson): abnegada y sufrida esposa de Don que todo lo comprende. ¡Qué suerte tienen algunos!

4. Sensación
La escena de apertura de la película es el preludio lo que se va a avecinar: una intriga criminal bien trabada con una rubia molona y malona que engatusa a los hombres y los maneja a su antojo para sobrevivir y medrar en el mundo del espectáculo televisivo. Y un crimen que hay que resolver tanto en la realidad como en la ficción televisiva…

5. Sentido
Los escarceos extramaritales entrañan muchos peligros.
Los trepas no van a proporcionarte nada más que disgustos… Y más en el ámbito laboral.
Es muy difícil asumir que alguien te deje…