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Voto de Melón tajá en mano:
5
Thriller. Acción. Drama Hace tiempo que Chris Farraday (Wahlberg) dejó el mundo de la delincuencia. Pero, cuando su cuñado Andy (Landry Jones) fracasa en un asunto de drogas que le había encargado su implacable jefe Tim Briggs (Giovanni Ribisi), Chris se verá obligado a volver al contrabando para pagar la deuda de Andy. Después de reunir un equipo de primera con la ayuda de su mejor amigo (Ben Foster), se van a Panamá: la operación consiste en traer millones ... [+]
12 de marzo de 2012
38 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Además de Björk, Gudjohnsen, Sigur Rós y un volcán de cuyo nombre no quiero acordarme, sabemos poquitas cosas más sobre los islandeses. Dudo que muchos tengamos alguna película de este país en nuestra filmoteca. Lo cual no significa, claro está, que no existan directores en aquellos lares. Baltasar Kormákur es uno de ellos y ha dirigido la friolera (nunca mejor dicho) de cinco películas en su país natal: toda una hazaña.

Hace un par de años cruzó el inmenso charco para llegar a los Estados Unidos y estrenarse con ‘Inhale’, una cinta que ha pasado tan desapercibida como Jordi Mollá (uno de sus protagonistas) en la historia del Cine. Ahora regresa con ‘Contraband’, un remake de ‘Reykjavík-Rotterdam’, al parecer uno de los filmes más conocidos y entretenidos del cine islandés. Eso dicen. Quien la haya visto que tire la primera piedra contra mí.

En realidad no es solo un remake de esa película sino de un montón de otras que cuentan la misma historia de siempre: un delincuente genial que ahora vive retirado porque tiene mujer preciosa e hijos y eso ya no está bien visto. Y no volverá bajo ningún concepto a no ser que no tenga más remedio que volver al tajo para hacer la operación más difícil y redonda de todas las que haya hecho jamás. La vocación y la pasión van por dentro, qué le vamos a hacer. Nadie mejor que Mark Wahlberg, siempre tan forzado y regustado a sí mismo, para dar vida a este personaje jamás visto antes.


Que una peli de acción comience in media res le da algunos puntos de ventaja sobre otras que necesitan veinte escenas para presentar los personajes. Kormákur (el director, recuerden) reencuadra inútilmente cada plano tratando de buscar cierta agilidad que en realidad debería ganarse por montaje. Pero vale: todo funciona como un reloj, cada giro está colocado matemáticamente en su sitio y nada sale del todo bien ni del todo mal.

El argumento está trilladísimo y a la dirección le faltan kilos y kilos de personalidad. Se emplean clichés y tópicos hiperexplotados en el género, elementos comunes y seguros que consiguen como resultado final una cinta bastante entretenida. Eso sí: nadie intente buscarle la más mínima lógica, todo está pillado por los pelos. El encanto de semejante despelote existe gracias a un punto canalla y sarcástico que le hace también ser más llevadera.

El montaje en paralelo cerca del final es realmente atractivo y resuelve bien la historia sin haber apostado por el camino más fácil. El happy end era previsible y sin embargo está bien tirado. ‘Contraband’ es un producto comercial tan patillero como divertido. Algo más de alegría, que no estamos en Islandia.
Melón tajá en mano
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