5 de julio de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientación bastante corta de la mítica novela de Bram Stocker que carece del componente mágico de la de Coppola. Tras haber visto aquella primera resulta hilarante tomarse a Marc Warren como un buen Drácula dada su cutrez. Es cierto que la ambientación es buena, pero eso sólo contribuye a una pequeña parte de lo que debe ser una buena película. Con un reparto un poco malo, los actores se pasan toda la película sobreactuando, y llega un momento que te quedas harto de ver: bocas abiertas como perros, colmillos de los veinte duros, tías fingiendo orgasmos y aburrido de cuando acabará. Gran decepción.
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