Un matrimonio formado por un viejo intelectual y una mujer joven escritora viajan a Bornero para conseguir una joya especial.
Contratan a un guía para el lugar, Mike Kardec (Billy Zane), pero ante la atención de la esposa el marido decide olvidar su contrato e irse con otros guías más jóvenes que esconden intenciones oscuras.

Claro que un matiz no cuidado de la película es mostrar a esos villanos con cara de eso, precisamente malvados, haciéndonos así todo el metraje la pregunta interior de si el señor John Lacklan es bobo o no al contratarlos, solo por celos de que su esposa le hizo un par de fotos al otro guía.

Esta película está hecha para mayor gloria de la belleza de Billy Zane.
Con una carrera que nunca terminó de arrancar en Hollywood realmente, a pesar del éxito de "Titanic", Zane es un actor polifacético, de televisión, más de reparto que de grandes superproducciones, pero aquí en lo mejor de su carrera, en plenos 2000, cuando su actuación era más auténtica y se metía en la piel de personajes extraordinariamente extraños.

Billy Zane hace muy bien de amante frustrado y de guía, ese no es el problema, si no el de una historia en la que realmente todo lo que pasa es un continuum desde que los nuevos captores dan a mostrar sus verdaderas intenciones, sin nada más atractivo de mirar que a Billy Zane preparándose para las principales escenas, El guión no tiene garra, pero tiene corazón, curiosidad, la visión de la jungla y la fotografía están muy logradas, y también las secuencias de acción.
El resto de personajes son de relleno, pero cumplen su misión, al final te queda una peli de aventuras estilo Indiana entretenida, pero para un público escogido.