Semana con serie nueva “Do No Harm” (No hacer daño), que trata sobre un hombre que durante 12 horas del día es Jason, un prestigioso neurocirujano que lo tiene todo y durante las otras 12 es Ian, un bala perdida nimfómano, peligroso psicópata y adicto a todo lo que pilla. Una versión moderna del eterno mito de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Hasta aquí, un argumento ideal para una TV movie de domingo por la tarde (quizás lo que derbería haber sido), en la que aparecería Shannen Doherty (Brenda Walsh) o Heather Locklear (Amanda Woodward/Sammy Joe), como coprotagonistas femeninas.

Aún así, si esta serie fuera española, la podríamos calificar de “Buena”, porque obviamente su manufactura es mejor que nuestro producto nacional e incluso más original. El problema es que la serie es norteamericana y ahí es donde no está a la altura: no presenta ningún tipo de originalidad, los actores escupen sus líneas de guión claramente sin creerse ni una sola coma de lo que están leyendo; se la ve venir incluso sin las gafas puestas; es un batiburrillo de clichés y topicazos. Aunque lo más fuerte de todo esto, y como me pasa los domingos por la tarde, es que creo que la seguiré viendo...

El mejor ejercicio del mundo en estos casos es intentar encontrar cosas buenas a un producto más bien mediocre, como estas:

1) La frase que le suelta Ian (la versión mala del prota) a su rival en el hospital: “Tienes el pene pequeño, verdad? No puede ser fácil vivir con un pene tan pequeño, pero no la tomes con el resto de nosotros...”
2) Que recuperen a Phylicia Rashad (la madre de família en “La Hora de Bill Cosby”) como jefa del hospital.
3) Que las series de médicos pueden ser rellenadas con líneas de guión que no acabamos de entender, pero que nos resultan emocionantes.
4) Que los estrenos de series de la temporada 2012-13 tampoco es que sean para echar cohetes.

La situación del protagonista es extrema, así que no podemos vaticinarle un largo recorrido a esta serie; se quemará muy rápido, si la NBC no la cancela antes: metacritic ha registrado solo un 38% de críticas positivas y una media de espectadores de 3.13 millones en EEUU; para los yankis, una media más bien baja...

Resumiendo, no sé si con estas palabras he hecho que tengáis más ganas de ver la serie. En vuestras manos está!