"Decoys 2: Alien Seduction" es la secuela de una película de serie B llamada "Decoys". En mi opinión nunca se debió de hacer y menos aún de esta manera. La primera entrega era bastante mala, pero tengo que admitir que a pesar de sus carencias me resultó entretenida y con algunos puntos graciosos. El filme que nos atañe es un calco del primero, ocurre en el mismo lugar, con la misma trama, mismos efectos especiales cutres, mismas circunstancias, etc. Lo único que cambia son algunas aliens buenorras por otras, y ya está. El argumento es el mismo: las alienígenas necesitan a un macho humano que sea capaz de aguantar el acto sexual con ellas sin que muera por congelación mientras lo llevan a cabo. El hecho de que el argumento sea el mismo, le quita la poca intriga o interés que podía tener, además en esta ocasión no cuenta con pinceladas acertadas de humor, así que lo único que le queda de destacable a este filme son las aliens macizas que salen en sugerentes modelitos. La historia se torna hacia la mitad de la cinta bastante monótona y previsible, ya que siempre es lo mismo, una de las aliens engatusa a un maromo subnormal, se lo lleva a un lugar apartado y lo mata cuando intenta cepillárselo para quedarse embarazada. Esto hace que te aburras de lo lindo y que el interés por lo que estás viendo desaparezca por completo. Del reparto original sólo repiten Kim Poirier (en un papel mucho menos sensual que en la primera), y Corey Sevier en el papel protagonista. Las interpretaciones son muy regularcitas, únicamente la de Tobin Bell, (que no sé muy bien que pinta este actor en esta castaña, dicho sea de paso), está un poco por encima de la media. De los efectos especiales y de la banda sonora mejor no hablo, porque son para llevarse las manos a la cabeza. Y poco más hay que contar aquí, este filme no aconsejo su visionado a no ser que sea para una tarde de domingo en la que no tengas otra cosa que ver.