“El día de los trífidos” es una miniserie británica de ciencia-ficción y de carácter post-apocalíptico. Antes de nada quiero decir que me esperaba un castañón cutre de serie B debido a la previa lectura de la sinopsis. Y es que siendo sincero eso de que unas plantas carnívoras de más de dos metros anden rulando por ahí y comiéndose a la gente no sonaba muy bien… pero prácticamente lo único malo que tiene esta miniserie es eso, las malas expectativas que te haces de ella. La historia es interesante y entretiene, y su aspecto técnico es todo lo bueno que puede ser tratándose de un producto para la televisión. No os puedo comentar nada sobre que tal adaptación es de la novela original, ya que no la he leído (tampoco es que me importe mucho, ya que tengo por costumbre valorar a un producto por como es por sí mismo, no por lo que se parezca o no con el libro, el videojuego o la película original que dio lugar a su origen). Así pues, me ceñiré en exclusiva en describiros un poco lo que os espera con esta miniserie. El guión quizás peca un poco de plano y sin grandes sorpresas, pero es interesante y lo saben desarrollar con acierto. La historia empieza con una visión atractiva en la que el mundo ha encontrado una solución a sus problemas energéticos y para el calentamiento global: Los trífidos. Gracias al aceite de estas plantas se dispone de una fuente de energía barata y limpia, por lo que se han creado miles de granjas donde se cultivan. Sólo hay un problema, que son peligrosas y hay que tenerlas controladas. Esto no supone ninguna amenaza hasta que se produce un hecho inesperado, una tormenta solar que deja ciega a la mayoría de la población a escala global. Tras esto, los trífidos escapan y empiezan a liarla parda desde ese instante. Aparte de la trama de los trífidos, también tenemos otra con una desintegración de cualquier forma de gobierno. Se forman grupos paramilitares que ansían hacerse con el control de la situación (el día después de la tormenta solar el mundo se convierte en una anarquía). Esta parte también deja momentos atractivos entre los desalmados que se aprovechan de la situación, los que quieren ayudar a los demás, los que sólo piensan en sobrevivir, etc. En el aspecto técnico no esperéis efectos especiales espectaculares pero sí que sean dignos y pulcros. Lo mejor sin duda es la recreación de una Londres post-apocalíptica y devastada (esta ambientación no tiene nada que envidiarle a ninguna superproducción millonaria). El elenco de actores brinda actuaciones correctas, incluso tiene un par de secundarios de auténtico lujo como Brian Cox y Vanessa Redgrave. Esta miniserie está por encima de la media de este tipo de productos, entretiene, tiene momentos dramáticos, alguna sorpresilla como la de las niñas soldados o la del “convento” (quien la haya visto me entenderá) y realmente pasas un buen rato viéndola. Lástima de su insípido y un poco acelerado final, porque creo que es lo único que se le puede criticar con objetividad.