"Ritmo Salvaje", título muy desafortunado para esta película, ya que carece de ritmo, más bien la película es pesadita y durante momentos aburrida, y haciéndose de rogar durante momentos para que sea más rapidita y se pase a la acción y se deje de tanto relleno y tanta palabrería sin sentido.

El poco ritmo que tiene son tres canciones, dos destacables, una de Atwan Patton y la otra de Paula Patton, pero quitando esos 10 minutos que duran ambas canciones, el resto no llega al espectador y aumenta la pesadez.

La película no es solo un musical, también encontramos algo de intriga, suspense, acción y amor, eso sí, en pequeñas dosis, pero nada destacable del otro mundo, y todo ello dentro del marco de los años 30 donde las mafias existían, al igual que leyes pasadas de moda.

Los actores, tampoco están muy afortunados por desgracia, y es que hay momentos que parecen una panda de amigos haciendo un anuncio, donde se ve que entre ellos hay complicidad, pero no odio y por lo tanto ese sentimiento no se llega a transmitir.

Para acabar diré, que realmente esta película, ha sido un fracaso para Bryan Barber, no creo que esto es lo que él quería hacer en un principio, y menos aun el resultado final de este proyecto, donde realmente no se sabe lo que ha llegado a hacer, si un musical o una mala película de gangster.