El documental tiene dos caras, una la que se ve y es la de exponer de forma pública una de las enfermedades menos conocidas, a través de uno de los personajes públicos más influyentes en los últimos años en política y otra oculta, que es la de aprovechar de forma lanzadera un proyecto que se estaba quedando sin presupuesto debido a la crisis mundial.

Como todo sabréis, un documental, muchas veces suelen ser impactantes, en este caso, se utiliza a un personaje para ver su evolución, pero por desgracia en el documental, lo poco que nos deja ver de la autentica enfermedad, es tan ínfimo, que uno se replantea, si en verdad la enfermedad susodicha, es tan mala, y aunque los efectos colaterales sí se dejan ver y oír, son los que todas las enfermedades llevan consigo, y sí alguien está enfermo o tiene un familiar enfermo, sabe de lo que estoy hablando, y es que la vida cambia de una forma u otra, por eso, en ese aspecto el documental, deja a un segundo lado la enfermedad, para centrarse en esos daños colaterales principalmente, algo que baja su calidad artística.

Pero por desgracia, en el documental, puedo ver, que no solo se trata la enfermedad, sí no que aparece en un segundo plano, el tema "Fundación", un tema, bastante complejo y que ha sido abordado con cuidado para no parecer una fuente recaudatoria, ni tampoco que se le diera publicidad, aunque ambos casos son contrarios y lo hace de forma subversiva. El trabajo que hace la fundación me parece perfecto y contra ello ninguna crítica, es más, animo a personajes públicos a que creen y se unan para crear más, siempre y cuando todo sea destinado para el mundo, pero por desgracia, este documental, sirve para la recaudación y así solventar una crisis momentánea de esa fundación, algo que todo el mundo debería saber.

Otra cosa que no me ha gustado, es una cosa es cuando la doctora Isla, comento que todos los pacientes son iguales, eso es algo que no cambiará en nuestra sociedad, y es que cualquier personaje público tendrá mayor atención sanitaria y atención médica, que cualquiera de nosotros, viandantes anónimos de la vida.

E título, sugerente, pero alejado de cualquier realidad, ya que la publicidad que se hizo era otra cosa y lo que he visto ha sido otra muy diferente.

Por último quisiera animar, a cualquier director español que realmente comprenda esta enfermedad, que se replantee hacer un autentico documental sobre esta enfermedad, porque para los que la conocemos sabemos que es mucho más impactante y al público hay que hacérsela llegar, porque será la pandemia de este siglo XXI.