Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Kyrios:
7
Drama Robert Desnos Veniamin es un estudiante ruso ultrareligioso, un joven víctima de una crisis mística en la que está convencido de que el mundo se ha rendido al mal y que ya no hay moral. Así, Robert sorprende a su madre, a sus compañeros y a todo el instituto con sus preguntas. ¿Las chicas pueden usar bikini en la clase de natación?¿Se debe enseñar la teoría de la evolución en las clases de ciencias naturales? Los adultos ya no saben qué ... [+]
24 de junio de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uchenik (The Student, 2016; en el idioma original hay un juego de palabras entre Uchenik, que significa estudiante y Muchenik, que significa mártir y que anticipa bastante el tono del filme) se trata de una maravillosa sorpresa que ha tenido bastante éxito de crítica en diversos festivales europeos. Se puede citar por ejemplo el premio a mejor música que obtuvo en el Festival de Cine Europeo. Pero más allá de una película hecha para festivales, The Student es una película crítica que se atreve a poner en tela de juicio ciertos aspectos de la Nueva Rusia que se está construyendo actualmente, después de la caída de la URSS.

Realmente nos encontramos con una película meritoria, que es capaz de profundizar en los problemas de la Rusia contemporánea. Y es que es evidente de que desde cayó la URSS, la religión y el gobierno han ido de la mano, llegando incluso hasta las aulas (debate, que como podemos ver, no es exclusivo de España). Precisamente el filme pone en tela de juicio toda esta relación entre la iglesia y la escuela, de una manera muy inteligente. El guión inclusa llega a poner en competición a la ciencia contra el propio fanatismo.

Pero no sólo por este motivo nos encontramos con una película valiente. Uchenik también se atreve a incluir otros temas indudablemente candentes en Rusia, como es la homosexualidad. La película desarrolla este tema entre la relación que se establece entre el personaje principal, el predicador, y su discípulo. Obviamente, a nuestro discípulo poco le importa la teoría religiosa, sino que realmente está enamorado de su “maestro”. La película muestra inteligentemente esa relación destructiva, con la escena en la que literalmente es apaleado, una secuencia dura a todas luces, y en la que sin embargo sigue demostrando su fidelidad. La mirada, rompiendo estúpidos clichés, está lejos de ser homofóbica, sino más bien presentándonos un personaje lastimoso sobre el que se cierneuna evidente compasión sobre él.

Uno de los aspectos más conseguidos es sin duda la creación de un personaje que resulta tan magnético como odiable. Los discursos religiosos del protagonista principal pondrán contra las cuerdas a la profesora de biología, y es ahí donde la película empezará a variar su tono. De primeras la película entra dentro de lo que sería un marco más o menos real, aún dentro de lo estrafalario, con nuestro protagonista intentando reformar desde su punto de vista religioso lo que él considera incorrecto y obsceno (por ejemplo, el uso de Bikinis en las clases de natación) pero poco a poco la película va adaptando un tono mucho más surrealista que encaja perfectamente con el mensaje que pretende señalarnos el cineasta (así como con el humor negro): La religión como un camino fanático, que tiene su máxima lucha con la propia ciencia. Es una obviedad, pero muy bien llevada (y con un toque cómico de humor negro genial), la escena en la que se debate sobre la propia teoría de la evolución y que evidentemente nos hace recordar los negacionistas de la evolución que pretenden enseñar su absurda doctrina en algunos estados de los USA. El guión de Uchenik quiere señalarnos el peligroso camino que ha emprendido Rusia en los últimos tiempos, y que se ha incrementado con el conflicto en Ucrania.

Pero, también es innegable, como decíamos, citar el cierto magnetismo que provoca el personaje principal, y que quizá tiene sus raíces en la propia confianza que destila el personaje principal. En un diálogo que sostiene con uno de los monjes ortodoxos que trabaja en la escuela impartiendo clases de religión, el propio personaje principal pone de relieve la hipocresía de muchos aspectos de la iglesia (se le echa en cara al monje ortodoxo los lujos y las riquezas innecesarias de la iglesia) y nos demuestra que pese a la locura del personaje, hay un fanatismo ciego, en el que reside el poder del personaje. Un atractivo tan innegable como oscuro, y que nos puede recordar oscuras épocas pasadas…

A todo esto se le adereza una puesta en escena sólida, y un guión que explota muy bien los momentos cómicos, que le dan más empaque al filme y ayudan a neutralizar cualquier atisbo de tono lacrimogéno.

https://wordpress.com/post/neokunst.wordpress.com/8255
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow