Todas aquellas películas que mezclan el espacio tiempo me encantan, aunque me haga la picha un lío.

Desde siempre se ha escuchado que una acción conlleva una reacción y es cierto. Cuántas veces nos habremos preguntado que habría ocurrido si hubiésemos hecho esto o dicho aquello. Ya hace años tanto la película Frecuency, como Efecto Mariposa nos pusieron en la línea correcta en cuanto al tema a tratar. Y Oriol Paulo sin entrar a copiar, nos muestra algo muy parecido.

El comienzo para muchos es espectacular y para mi no deja de ser algo absurdo. (ver spoiler 1) A raíz de ese hecho se despierta en el espectador la incertidumbre de qué tendrá ese suceso que ver con el devenir de la historia más de 20 años después. Nos encontramos con la parejitas feliz, sumamos más absurdos (ver spoiler 2) Y ya es cuando llegamos a la parte realmente importante, cuando nuestra protagonista es capaz a través de una cámara vieja de vídeo y un antiguo televisor en traspasar el espacio-tiempo y poder no solo comunicarse con alguien del pasado, sino poder alterar el presente y el futuro.

A partir de aquí mi interés reconozco que fue en ascenso, en momentos te perdías, porque por defecto buscaba el paralelismo que existía en las pelis mencionadas anteriormente. Y por momentos no entendía lo que estaba ocurriendo y menos aún las casualidades. (ver spoiler 3) Ya no le cogía el hilo o si, pero no lo quería creer que se les había ido de las manos la historia. Jamás pensó en el cacao que montó al alterar los hechos y ahora debe buscar la forma de volver a recuperar al ser más querido que ha tenido en su vida.