Media votos
6,7
Votos
13
Críticas
9
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Laura :
8
6,7
4.280
Thriller
Llueve copiosamente y en la calle no hay un alma. Araujo está refugiado bajo el alero de un local cerrado. Delante está la fachada del Banco Río. Es viernes 13 de enero de 2006. Los francotiradores del Grupo Halcón están a la espera de una orden. Más de tres centenares de policías diseminados por el lugar aguardan la voz de su jefe. Miguel Sileo, el negociador, deja diluir las esperanzas de que Vitette, uno de los líderes de la banda de ... [+]
25 de julio de 2021
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director, Ariel Winograd, se embarca con esta película en su primer largometraje de género distinto a la comedia, y lo hace apostando fuerte, con un thriller, aunque con muchos toques cómicos. Nos sorprende con las profundas reflexiones en las que sumerge al espectador y el meticuloso entramado de detalles y diálogos que convierten a la película en una creación completa y redonda, algo habitual en el cine argentino como se puede observar en El cuento de las comadrejas de Campanella, o en La odisea de los Giles (de trama parecida a esta), de Sebastián Borensztein.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Al inicio, el jazz nos anticipa que algo se está tramando. Recuerda a los famosos gangsters, con un ambiente tenue. Se presenta al artista solitario, la mente pensante. Ya se sabe quién ideará lo que va a ocurrir.
Se van diciendo frases que en un primer momento pueden pasar desapercibidas, pero que tienen bastante peso en la historia, lo que obliga a permanecer plenamente atento. Una de estas frases es “no se debe luchar contra la fuerza del rival superior sino usarla”. Esta frase será puesta en práctica posteriormente al aprovecharse de la propia seguridad del banco para la huida.
Llama la atención lo “patético” de todo el plan. Ninguno es profesional, el que lo idea todo está enganchado a la marihuana…y es precisamente esto lo convence al espectador de que todo saldrá mal, y lo mantiene así en tensión durante todo el proceso del robo, que toma una gran parte del largometraje.
Hay dos temas que priman por encima de todo, y son: el equilibrio, mencionado varias veces por Diego Peretti y representado en las numerosas antítesis, como en la conciliación del estilo de vida familiar con el robo; la contraposición del pecado (robar) y el rezo, tanto en uno de los personajes como en la escena en la que planean el robo en la iglesia; o la tensión y relajación tantas veces repetidas por Guillermo Francella. También se podía percibir el equilibrio en la postura adoptada por Peretti en su meditación, y en general en el trazado del plan, al tener en cuenta cada detalle para que nada saliese mal, siempre el equilibrio.
El otro tema sería la ambición. El verse tentado a algo que no se corresponde con lo que debería ser y que nos lleva a comportarnos como personas que no somos. En este caso, el conseguir tanto dinero cambia a los personajes. Son muy interesantes las escenas breves que van seguidas del final del atraco, en las que se ve cómo ha cambiado el dinero la vida de cada personaje, revelándose que quien lo ideó todo sigue con su vida intacta, sin ningún tipo de exceso, pasando desapercibido y perdiéndose en el campo, mientras que para el resto parece que nada es suficiente, y lo único que hacen es dañarse soñando con que la riqueza les hará ser quienes quieren ser. Todo esto lleva al espectador a reflexionar sobre el valor de esa ganancia, sobre cómo se consigue en realidad la felicidad, el bienestar absoluto. Y es que al final el que más tiene nunca se sacia porque ya no se contenta con cubrir las necesidades básicas, sino que va mucho más allá.
Finalmente, debo destacar una frase que Peretti dice a su psicólogo justo antes del atraco, y es “la gente para destacar antes se ensucia”, es decir, que no es que se mejore, sino que se distorsiona el pasado para que el presente parezca mejor. Para él no existe una evolución en la persona desde que decide cometer un robo hasta que lo comete y se vuelve rico. Él es el único que lo lleva a cabo, ya que no cambia su vida respecto al robo y a haberse vuelto millonario.
Se van diciendo frases que en un primer momento pueden pasar desapercibidas, pero que tienen bastante peso en la historia, lo que obliga a permanecer plenamente atento. Una de estas frases es “no se debe luchar contra la fuerza del rival superior sino usarla”. Esta frase será puesta en práctica posteriormente al aprovecharse de la propia seguridad del banco para la huida.
Llama la atención lo “patético” de todo el plan. Ninguno es profesional, el que lo idea todo está enganchado a la marihuana…y es precisamente esto lo convence al espectador de que todo saldrá mal, y lo mantiene así en tensión durante todo el proceso del robo, que toma una gran parte del largometraje.
Hay dos temas que priman por encima de todo, y son: el equilibrio, mencionado varias veces por Diego Peretti y representado en las numerosas antítesis, como en la conciliación del estilo de vida familiar con el robo; la contraposición del pecado (robar) y el rezo, tanto en uno de los personajes como en la escena en la que planean el robo en la iglesia; o la tensión y relajación tantas veces repetidas por Guillermo Francella. También se podía percibir el equilibrio en la postura adoptada por Peretti en su meditación, y en general en el trazado del plan, al tener en cuenta cada detalle para que nada saliese mal, siempre el equilibrio.
El otro tema sería la ambición. El verse tentado a algo que no se corresponde con lo que debería ser y que nos lleva a comportarnos como personas que no somos. En este caso, el conseguir tanto dinero cambia a los personajes. Son muy interesantes las escenas breves que van seguidas del final del atraco, en las que se ve cómo ha cambiado el dinero la vida de cada personaje, revelándose que quien lo ideó todo sigue con su vida intacta, sin ningún tipo de exceso, pasando desapercibido y perdiéndose en el campo, mientras que para el resto parece que nada es suficiente, y lo único que hacen es dañarse soñando con que la riqueza les hará ser quienes quieren ser. Todo esto lleva al espectador a reflexionar sobre el valor de esa ganancia, sobre cómo se consigue en realidad la felicidad, el bienestar absoluto. Y es que al final el que más tiene nunca se sacia porque ya no se contenta con cubrir las necesidades básicas, sino que va mucho más allá.
Finalmente, debo destacar una frase que Peretti dice a su psicólogo justo antes del atraco, y es “la gente para destacar antes se ensucia”, es decir, que no es que se mejore, sino que se distorsiona el pasado para que el presente parezca mejor. Para él no existe una evolución en la persona desde que decide cometer un robo hasta que lo comete y se vuelve rico. Él es el único que lo lleva a cabo, ya que no cambia su vida respecto al robo y a haberse vuelto millonario.