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México México · Monterrey
Voto de Quique Mex:
4
Drama. Comedia Diego, un fotógrafo de éxito, decide formalizar su relación con Fabrizio yéndose a vivir con él, pero, de manera inesperada, se ve obligado a hacerse cargo de su hijo Armando, que vive en España y al que no ha visto desde hace años. El chico llega con una maleta cargada de reproches, de modo que a Diego no le resultará fácil restablecer la relación afectiva con él. En tales circunstancias, un grupo de radicales homófobos le propinan a ... [+]
15 de agosto de 2014
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venezuela fue por muchos años el líder indiscutible en producción de telenovelas, hoy le han ganado mercado las producciones colombianas y brasileras; Azul y no tan rosa no es una telenovela, pero se parece mucho.

Diego es fotógrafo y está en una relación con Fabrizio que es médico, ambos piensan irse pronto a vivir juntos, pero de España llega Armando, hijo adolescente de Diego que vive con su madre y al poco tiempo, Fabrizio es víctima de un grupo radical homófobo y cae en coma.

Ferrari es muy complaciente ya que en Azul y no tan rosa todo el que no es gay es intolerante y algo torpe, los personajes gay por su parte, son buenos, exitosos, y sofisticados. Y como en tantas películas de temática homosexual, la fatalidad es una constante en la vida. Para ser gay hay que vestirse de víctima.

El tratamiento que Ferrari da a personajes como la familia de Diego es casi risible, como de alguna tira cómica televisiva, todos están enajenados viendo televisión, con características demasiado remarcadas en la personalidad de cada uno (el padre intolerante, la madre comprensiva y así seguimos).

Mención aparte merecen los guiños que hace al cine de Almodóvar, sobre todo el de la transexual Delirio (demasiado parecido a Agrado, con monólogo cómico incluido). Por otro lado, el tema de la coproducción española le juega en contra al tener que incluir personajes de esa nacionalidad, se nota bastante forzado, por ejemplo, que el hijo sea español.

Azul y no tan rosa parece una película vieja, o más bien una telenovela, con actuaciones sorprendentemente planas, algo raro siendo su director un actor de cierto nombre en su país, quien se planta más como un activista de la causa que como un director de cine.
Quique Mex
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