Una serie que coge la típica fórmula de resolver un caso por episodio combinando a dos personas, una de la ley y otra más inusual, que en cierta época se hacía con todo, adivinos, médiums, ladrones, o lo que surja.

En este caso se trata de un agente del FBI y su padre, un antiguo Sheriff que murió y al que un magnate tecnológico ha revivido (devolviéndole además la juventud y dándole súper fuerza) para que a su vez, sirva como tratamiento para salvar a su hermana.

La premisa puede parecer estupida, pero muchas de estas series funcionan siempre que se tomen en serio a si mismas un poco, tengan personajes con carisma y química, y unas tramas a corto y largo plazo que no insulten al espectador.

En este caso, hacen mal los pequeños detalles, también las tramas a largo plazo, y la reflexión sobre la vida y la muerte que podrían aportar es anémica, aún así no tiene muy mal ritmo y se nota que con un par de guionistas con oficio podría haber sido bastante mejor de lo que es.