Los Flight of the Conchords vuelven tras una década para dos apariciones en vivo en Londres y lo hacen manteniendo la impresionante química entre ellos como amigos de siempre y mostrando una calidad en el terreno del humor absurdo al alcance de muy pocos, a parte de los Monty Python.

Comienzan el espectáculo con el tema inédito Father & Son que pone el listón muy alto desde el inicio, y ellos dos solos en el escenario con una enorme cantidad de cachivaches y con la orquesta sinfónica de Neva Zelanda al completo (1 miembro) mantienen la atención, el interés y las ganas de más sin necesidad de vídeos de la serie ni ningún apoyo.

No se hecha en falta nada, se puede disfrutar de su sentido del humor en su máxima expresión, sus curiosas canciones, sus conversaciones en los interludios contando anécdotas de estrellas del rock, e incluso un homenaje a David Bowie.

Un regalo para todos aquellos que disfrutasen la serie Flight of the Conchords, e imprescindible ver en versión original con subtítulos, ningún doblaje podría hacerles justicia ni captar su en apariencia simple, pero muy sofisticado sentido del humor.