Albaladejo es un gran guionista, pero un director muy corriente. El guión daba para más, pues toca varios temas interesantes: la marginación legal de los homosexuales –en esto, afortunadamente, se ha avanzado mucho en España–, el derecho de los homosexuales a la adopción, los problemas (también los hay) de una paternidad y de una vida demasiado "liberal" (las drogas, el sida...), los prejuicios legales a la hora de otorgar la tutela de los críos, etc.
No entiendo por qué se critica la falta de rigor, porque a mí me pareció muy creíble el mundo gay descrito: unos tiene más pluma, y otros menos; unos llevan una ajetreada vida sexual, y otros menos; etc. No me pareció gratuita la escena de cama inicial; más bien es inteligente, pues en cuestión de segundos queda resumida la vida que lleva Pedro.

Lo lamentable es que convivan en la misma película actores tan buenos como los dos protagonistas (José Luis García-Pérez y David Castillo) con secundarios que parecen aficionados (Elvira Lindo, la abuela y el amigo íntimo).