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Aventuras
Año 1674. Sir Henry Morgan es un pirata "reformado" que dejó atrás su vida de corsario, y ahora ocupa un puesto como alto oficial en Jamaica. Pero Edward Maynard espera probar que no ha cambiado y, de paso, cobrar una recompensa. Con este fin se disfraza de médico y se enrola en el barco de Morgan, en el que también viajan el temido Blackbeard, enemigo de Morgan, y Edwina Mansfield, una dama en peligro, que, en realidad, no es lo que parece. (FILMAFFINITY) [+]
31 de diciembre de 2006
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una obra menor en la filmografía del cineasta norteamericano de "Murieron con la botas puestas", adaptada por Alan Le May sobre una historia de DeVallon Scott a cerca de la vida del legendario pirata inglés Edward Teach, más conocido como "Barbanegra", el hombre que inspirara el terror por los mares del caribe durante la época dorada de la piratería allá por los años del 1716 al 1718, y que según cuenta la leyenda tenía un aspecto de fierecilla indomable con aquellos tirabuzones con mechas ardiendo en su barba negra durante los momentos de abordaje y desenfrenada batalla...
La historia de DeVallon adadptada para la gran pantalla por Le May está dirgida de manera deslabazada, como con prisas, y sólo en algunas tomas de mar, Walsh consigue transmitirnos la magia deseada en este tipo de producciones sobre bandidos de mar y corsarios, grumetes y almirantes...
Sólo el personaje del pirata barbanegra interpretado de manera magistral por Robert Newton, consigue emocionarnos durante ciertas partes del metraje, con aquella feroz mirada en su semblante...
Decía el propio Walsh en el prólogo de esta obra citando el anónimo de "El pirata del sillón(The Armchair Pirate)", que el pirata más aguerrido, valiente y feroz es aquel que combate lejos del mar y al amparo de los peligros...tal vez Walsh citara este anónimo para explicarnos que la historia que estábamos a punto de presenciar no correspondía de manera fidedigna a la verdadera historia del legendario pirata inglés, ya que de hecho el personaje del cirujano cazarecompensas, Robert Maynard interpretado aquí por Keith Andes fue en realidad el hombre que venció al legendario corsario en el fragor de una batalla y al servicio de la reina de Inglaterra, y no como aquí se nos narra...
Ni la música, ni la fotografía en color de tonos crepusculares son siquiera dignos de mención, y recomendable únicamente como forma de gozo por la magnífica interpretación del mencionado Robert Newton, así como por un agradable y por momentos entretenido rato de ocio, conociendo las andanzas, venturas y desventuras de este capullo de alta mar que respondía por el azabache epíteto colorista de Barbanegra...en aquellos terrible tiempos donde los tesoros yacían sepultados junto al cadáver de algún desdichado, y donde las cabezas del enemigo colgaban balanceantes del palo de mesana o el mástil de proa junto al terrorífico emblema de la legendaria calavera blanca con huesos cruzados como estandarte, en amenzantes goletas surcando los mares del globo terráqueo...
P R E S C I N D I B L E.
La historia de DeVallon adadptada para la gran pantalla por Le May está dirgida de manera deslabazada, como con prisas, y sólo en algunas tomas de mar, Walsh consigue transmitirnos la magia deseada en este tipo de producciones sobre bandidos de mar y corsarios, grumetes y almirantes...
Sólo el personaje del pirata barbanegra interpretado de manera magistral por Robert Newton, consigue emocionarnos durante ciertas partes del metraje, con aquella feroz mirada en su semblante...
Decía el propio Walsh en el prólogo de esta obra citando el anónimo de "El pirata del sillón(The Armchair Pirate)", que el pirata más aguerrido, valiente y feroz es aquel que combate lejos del mar y al amparo de los peligros...tal vez Walsh citara este anónimo para explicarnos que la historia que estábamos a punto de presenciar no correspondía de manera fidedigna a la verdadera historia del legendario pirata inglés, ya que de hecho el personaje del cirujano cazarecompensas, Robert Maynard interpretado aquí por Keith Andes fue en realidad el hombre que venció al legendario corsario en el fragor de una batalla y al servicio de la reina de Inglaterra, y no como aquí se nos narra...
Ni la música, ni la fotografía en color de tonos crepusculares son siquiera dignos de mención, y recomendable únicamente como forma de gozo por la magnífica interpretación del mencionado Robert Newton, así como por un agradable y por momentos entretenido rato de ocio, conociendo las andanzas, venturas y desventuras de este capullo de alta mar que respondía por el azabache epíteto colorista de Barbanegra...en aquellos terrible tiempos donde los tesoros yacían sepultados junto al cadáver de algún desdichado, y donde las cabezas del enemigo colgaban balanceantes del palo de mesana o el mástil de proa junto al terrorífico emblema de la legendaria calavera blanca con huesos cruzados como estandarte, en amenzantes goletas surcando los mares del globo terráqueo...
P R E S C I N D I B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Henry Morgan (Torin Thatcher) se ha reconvertido de temido pirata de los mares del caribe a un fiel servidor del reino de Inglaterra, de hecho ha sido contratado por la reina para limpiar dichos mares de la perniciosa piratería.
Una voz en off narrativa, correspondiente al personaje de Edward Maynard (Keith Andes) aquí dibujado como un trotamundos haciéndose pasar por cirujano en la pintoresca pero claustrofóbica Port Royal en territorio jamaicano, nos pone en antecedentes; el barco del famoso corsario Charles Bellamy entraba un día de noche en Port Royal, ante la pasividad de la flota de Henry Morgan perdido en esos momentos en alta mar y de una fortificación defensiva de la ciudad sospechosamente inactiva.
Todo era muy raro. Al punto de que el gobernador de Jamaica sospechaba que Henry Morgan continuaba con sus actividades delictivas en connivencia con algunos piratas de la zona como el citado Charles Bellamy.
Es por eso que el gobernador ofreció una suculenta recompensa para aquel que demostrara que Henry Morgan aún ejercía como pirata. Y es aquí cuando entra en acción nuestro amigo Maynard, quien en compañía de su colega de andanzas Briggs (Richard Egan) se embarcan esa misma noche en el barco de Bellamy para demostrar su conexión con Morgan y llevarse así la recompensa. Pero junto a ellos viajan la señorita Edwina Mansfield (Linda Darnell), hija de un famoso almirante inglés, y prima del gobernador de Jamaica, además de su doncella, la talludita Alvina (Irene Ryan), quienes se embarcan con el propósito de fugarse con Bellamy y su tesoro, para despecho del propio Morgan que anda enamorado de la joven Edwina...
Una vez en el barco, se dan cuenta de que Bellamy colgado en el mástil de proa ha sido asesinado. La culpa es del malvado Barbanegra, enemigo mortal de Morgan, quien sabedor de la relación entre el difunto Bellamy y Morgan raptó su barco para apresar a Morgan y cualquier suculento botín a bordo.
Una vez enterados todos de la situación, Barbanegra y sus hombres de confianza; Worley (William Bendix) y el resentido,pequeño y deforme Gilly (Skelton Knaggs), irán a la caza y captura de Morgan a tumba abierta, sabedor Barbanegra de que con Edwina a bordo, Morgan actuaría con mayor precaución. Algo así como una especie de salvoconducto.
Una vez cercado por Morgan, Barbanegra cogerá a un naúfrago loco que creía ser el rey de España y de enorme parecido con él, y le matará para hacer creer a Morgan que estaba muerto. De hecho Morgan paseará la cabeza del falso Barbanegra por la ciudad de Port Royal, una vez Briggs y el gobernador de Jamaica han sido deportados a Inglaterra y Morgan ha sido nombrado nuevo gobernador.
En un motín a bordo del barco de Barbanegra, en el enésimo intento de éste por burlar a la tripulación, éstos le dan una muerte lenta y agónica al enterrarle a la orilla del mar, con la cabeza como única extremidad no enterrada, de manera que el flujo y reflujo de la marea le brindaran un agónico final...
Una voz en off narrativa, correspondiente al personaje de Edward Maynard (Keith Andes) aquí dibujado como un trotamundos haciéndose pasar por cirujano en la pintoresca pero claustrofóbica Port Royal en territorio jamaicano, nos pone en antecedentes; el barco del famoso corsario Charles Bellamy entraba un día de noche en Port Royal, ante la pasividad de la flota de Henry Morgan perdido en esos momentos en alta mar y de una fortificación defensiva de la ciudad sospechosamente inactiva.
Todo era muy raro. Al punto de que el gobernador de Jamaica sospechaba que Henry Morgan continuaba con sus actividades delictivas en connivencia con algunos piratas de la zona como el citado Charles Bellamy.
Es por eso que el gobernador ofreció una suculenta recompensa para aquel que demostrara que Henry Morgan aún ejercía como pirata. Y es aquí cuando entra en acción nuestro amigo Maynard, quien en compañía de su colega de andanzas Briggs (Richard Egan) se embarcan esa misma noche en el barco de Bellamy para demostrar su conexión con Morgan y llevarse así la recompensa. Pero junto a ellos viajan la señorita Edwina Mansfield (Linda Darnell), hija de un famoso almirante inglés, y prima del gobernador de Jamaica, además de su doncella, la talludita Alvina (Irene Ryan), quienes se embarcan con el propósito de fugarse con Bellamy y su tesoro, para despecho del propio Morgan que anda enamorado de la joven Edwina...
Una vez en el barco, se dan cuenta de que Bellamy colgado en el mástil de proa ha sido asesinado. La culpa es del malvado Barbanegra, enemigo mortal de Morgan, quien sabedor de la relación entre el difunto Bellamy y Morgan raptó su barco para apresar a Morgan y cualquier suculento botín a bordo.
Una vez enterados todos de la situación, Barbanegra y sus hombres de confianza; Worley (William Bendix) y el resentido,pequeño y deforme Gilly (Skelton Knaggs), irán a la caza y captura de Morgan a tumba abierta, sabedor Barbanegra de que con Edwina a bordo, Morgan actuaría con mayor precaución. Algo así como una especie de salvoconducto.
Una vez cercado por Morgan, Barbanegra cogerá a un naúfrago loco que creía ser el rey de España y de enorme parecido con él, y le matará para hacer creer a Morgan que estaba muerto. De hecho Morgan paseará la cabeza del falso Barbanegra por la ciudad de Port Royal, una vez Briggs y el gobernador de Jamaica han sido deportados a Inglaterra y Morgan ha sido nombrado nuevo gobernador.
En un motín a bordo del barco de Barbanegra, en el enésimo intento de éste por burlar a la tripulación, éstos le dan una muerte lenta y agónica al enterrarle a la orilla del mar, con la cabeza como única extremidad no enterrada, de manera que el flujo y reflujo de la marea le brindaran un agónico final...