Hemos visto un montón de películas sobre el hacinamiento, la indefensión y los riesgos que supone el trabajo en la profundidad del océano y todas, la que más la que menos, se mueven dentro de los mismos tópicos. A saber: la muerte inminenente que avaza en a medida que el tiempo se acorta, los recuerdos que van pautando y explicando algunas conductas, la alternancia entre actos de heróismo y cobardías transitorias... En fin, una película que no aporta nada nuevo en este tipo de cine.
De todos modos, está bien filmada, tiene cierto aliento de verdad, las actuaciones correctas aunque sin gran destaque. Las escenas en el agua aparecen como reales y no hay desbordes en cuanto a la credibilidad de la historia.
Nada del otro mundo pero se deja ver y, aunque el final es bastante previsible, entretiene y no se hace demasiado lenta a pesar de que casi toda la película trancurra dentro de una cápsula de metal de pocos metros.
Recuerda a mucha cinta del espacio, cuatro hombres en una burbuja, y afuera la inmensidad del espacio, el océano en este caso.
Está bastante bien, se puede ver, si no esperamos demasiado.