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Voto de Reaccionario:
7
Drama Tras sobrevivir a un accidente de avión en el que muere su mejor amigo, el arquitecto Max Klein (Jeff Bridges) sufre una transformación espiritual. En un estado de bendición en el que no tiene ningún miedo a la muerte, Max se encuentra incapaz de continuar con su antigua vida. La única persona que parece compartir su experiencia es Carla (Rosie Perez), una joven madre que perdió a su bebé en el accidente y que se ha hundido en la culpa. (FILMAFFINITY) [+]
27 de agosto de 2011
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película narrada por otro director con menos talento hubiera sido mucho peor. Pero Peter Weir consigue transformarla en realmente interesante, gracias al tono, al gusto por el detalle, al simbolismo, a la atmósfera que consigue crear.

La historia es sencilla. Unos supervivientes de un accidente de avión afrontan los traumas de esta experiencia. Pero de ahí a tacharla de aburrida o pesada hay un trecho largo. La película es lenta pero nada aburrida, y si muy intensa, con un amplio abanico de detalles, muy buenos diálogos y secuencias bastante logradas. Ahora si lo que queremos ver es tiros, peleas, sexo y palabrotas, pues puede que nos aburramos.

Todos los actores están estupendos y la trama se desarrolla de manera muy correcta. Es posible que el espectador prefiriese una decantación por temas más existenciales, más filosóficos, en vez de los puramente psicológicos por los que opta Weir. Al final la película afronta la situación desde una postura psicológica, pero no religiosa o metafísica, lo cual la hace ser más limitada.

En fin, obra de muy buen tono, drama psicológico de altura, con el que Peter Weir consigue dar muestras de su maestría.
Reaccionario
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