La película en cuestión tiene un buen planteamiento, pero le pasa factura su falta de definición, no acaba de ser una película de guerra al uso, ni una satira tan feroz como debiera es demasiado larga y confusa. Las interpretaciones están bastante bien por lo general, sobre todo la del gran Ben kishgley como presidente afgano, es interesante y revelador ver la idiosincrasia americana, su testarudez y cegera para resolver problemas en un país tan distinto del suyo, destacaría un par de escenas muy divertidas como la fallida entrevista del general con el presidente americano o la fiesta en la cena de gala de la otan.El tramo final resume perfectamente la película, después de todos los errores cometidos, los americanos siguen cometiendo los mismos errores, meritorio Brad Pitt aunque algo sobreactuado para mi gusto, come el bienintencionado y algo tontaina general al mando.