La legendaria figura de Bat Masterson, entre otros oficios y aficiones, alguacil, sheriff, apostador, promotor y escritor de boxeo, sheriff en el caso que nos ocupa. Además de ser reconocido como un hábil pistolero del popularmente llamado “viejo oeste” de los Estados Unidos, en una de sus innumerables apariciones cinematográficas.

El film combina la más tradicional estructura del western con incursiones en el campo de la comedia, con un funcionamiento discretamente efectivo. Es uno de estos productos cuya escasa entidad no llega a molestar por su ausencia de pretensiones.

La disputa de dos hombres por una dama, uno bueno, otro no malo, peor, ha ocupado muchas horas en los cines y muchas páginas en las novelas, y eso es lo que nos enseña esta discretísima película que optó al Óscar por la mejor banda sonora. No hace ningún daño a los ojos, la fotografía es correcta, las actuaciones principales dignas, y el final sorprendente. No da para más. Pasable. Un 5.