Amparada en la novela de aventura y romance de la época napoleónica escrita por Hervey Allen y publicada en 1933.

Nada más comenzar el film, se dicen las palabras que identifican a nuestro misterioso personaje: “sin padre, ni madre, ni nombre”. Así es, Anthony Adverse crece huérfano en un convento enamorándose de la hija del cocinero, la guapísima Ángela (Olivia de Havilland), pero la felicidad le dura poco tiempo, pues el muchacho se verá envuelto en un sin fin de aventuras, de mentiras, de engaños y de avatares, que le llevarán a marcharse a África, donde se convierte en algo que no quería ni merecía.

Alguien le hará recapacitar y le permite regresar a París, para ver a su amada convertida en una estrella de la ópera y descubrir los secretos de su pasado y el presente de su añorada Ángela, que le produce un gran dolor y también una gran alegría, ambas en uno.

Fue considerada la película durante bastante tiempo más larga y costosa producida por el Hollywood sonoro hasta el momento. Consiguió varios premios y nominaciones al Oscar, el principal, el de a la mejor película. Un 7.