Después de los magníficos resultados obtenidos con "Los hijos de la farándula", Busby Berkeley, uno de los coreógrafos más importantes e imaginativos del musical norteamericano, volvió a reunir a Judy Garland y Mickey Rooney para protagonizar esta agradabilísima película, llena de números musicales y con el encanto de un reparto joven que irradia frescura por los cuatro costados.

Es una película amable, que se deja ver, que va de menos a más y que deja frases para la historia como la de un Mickey Rooney espectacular, quizás un poco exagerado y gesticulante, a su madre “No sé cómo te pude decir que haría de ti una reina, si no lo hubieras sido ya durante todo este tiempo, yo no hubiera llegado aquí”. Judy Garland también cumple sobradamente con el papel de algo más que amiga del principal.

Buena música, y película muy jovial y llena de energía y positivismo. Tuvieron que dIsfrutarla, y mucho, en aquellos años tan oscuros, y lo que no entiendo es cómo ha caído tanto en el ostracismo porque, de verdad, merece la pena pasar dos horas delante de la misma. Un 7.