Esta película es el típico dramón de sábado por la tarde, pero con el gran aliciente de estar protagonozado por tres grandes actores y dirigido por un reputado director, Chris Columbus.

La trama es previsible, uno se sabe el final, pero no importa porque tiene momentos muy duros, románticos, bonitos, enternecedores y algunos momentos para llorar y no parar, ver la escena final o la conversación entre Julia Roberts y Susan Sarandon en un bar. La ambientación es correcta, la música adecuada y la dirección prácticamente perfecta.

Las interpretaciones son realmente fabulosas, destacando a una espléndida Susan Sarandon, una encantadora Julia Roberts y a un breve y correcto Ed Harris. Un drama mejor de lo que parece y que es superior a la media, hará que llores.