La película nos presenta una serie de personajes curiosos e interesantes que van moviéndose en un mundo de violencia sangrienta en el que nada es lo que parece. Las escenas de acción están muy bien rodadas y los "efectos sangrientos" de las luchas con efectos digitales da un buen resultado en general y resultan convincentes, aunque en alguna escena "cantan" un poco y se nota que son efectos de ordenador. La excelente e hipnótica escena final con el número musical de baile, que podría haber sido un pegote en cualquier otra película, aquí queda muy bien y es un inmejorable cierre para una película un tanto curiosa pero realizada con estilo y calidad.