Me gustan las pelis de coches, sobre todo las que están bien rodadas y filmadas, me gusta "Smokey and the Bandit" del 77, pero esta segunda parte se le pueden llamar muchas cosas menos película buena o entrañable, es la ausencia total de chispa.

Las persecuciones que tenían su razón de ser en la primera parte brillan por su ausencia, no hay apenas persecuciones excepto un destrozo final de 50 coches en el desierto, muy fácil de realizar por lo menos o eso parece, nada de la originalidad de la primera parte, en la que se mezclaban acción, destrozos y comedia muy bien resueltos.

La película tarda en empezar, presenta a un "Bandit" Burt Reynolds en decadencia, y así transcurre minutos y minutos, luego la recuperación del personaje y finalmente el viaje hasta Miami en busca de un elefante y la aparición del sabueso Bufford T. Justice como perseguidor de Bandit, las situaciones divertidas serán las que le acontecen a Bufford, quizás por eso merezca la pena un visionado, visto el elefante parece el argumento de una película dirigida al público infantil.

Hubiera sido mucho mejor un argumento parecido a la primera parte, de alguna manera donde el "Bandido" fuese perseguido de nuevo la policía en medio de carreteras con bonitos paisajes y grandes y anchas autopistas, aquí tenemos lo contrario, película muy sosa, no me extraña que Sally Field y Burt Reynolds se apartasen después de esto de la serie de estas películas, hubo una tercera parte mucho más entretenida que esta y llena de acción, con el corazón de la primera parte pero el desaguisado de la tercera y última entrega en términos de guión y argumento volvió a ser demasiado y fue un rotundo fracaso de taquilla.

Quedaos con la primera parte y solo ver esta por complemento a la filmografía de Burt Reynolds o si os apetece ver alguna escena de acción, pocas ya sea dicho, con el Pontiac Firebird Trans Am.