'Hair brained' es la historia de Eli, un niño de 13 años que, por lo que parece, es un genio y que ingresa en la universidad. Pero no en la que siempre ha soñado, Harvard, sino en una más modesta llamada Whittman. Allí será vecino de habitación de Leo, interpretado por Brendan Fraser, un cuarentón sin oficio ni beneficio que perdió dinero y familia por su afición a pasárselo bien (en este caso, beber cerveza).

Pero lo que iba para comedia solvente e inteligente se queda en la enésima película acerca de campeonatos tan del gusto de los americanos, sí, ya saben, concursos de deletreos, concursos de belleza, concurso de habilidades... Concursos de preguntas y respuestas. Y Eli, tras sentirse traicionado por su sueño, luchará contra él en ese sempiterno duelo tan manido y tantas veces visto.

Alex Wolff traslada la historia a un público más que adolescente, infantil. La cercanía de Fraser no ayuda en casi nada, porque pasa de soslayo por la película, sin detallar más que una o dos situaciones que, al cabo de poco rato, se acaban olvidando; en fin, sin trascendencia.

Debe ser que aquí en España como público no entendemos las gracietas de las universidades americanas, o al menos debe ser mi caso, porque en la película no he encontrado ni el menos atisbo de algo que pudiera sonsacarme ni una mísera sonrisa. Prescindible y olvidable.