Reúne todos los requisitos característicos del drama romántico, subgénero babas con retrogusto. No obstante, la he aguantado sin ningún esfuerzo porque, a pesar de su previsibilidad, de lo manido de su planteamiento y de lo poco excitante de su resultado final:

a)Paula Patton es un regalo para la vista.
b)Queen Latifah, ignoro por qué extraño motivo, me resulta simpática.
c)Me encanta el baloncesto.
d)Salen unas estupendas panorámicas de esa bonita ciudad que es la Gran Manzana.
e)No dicen un solo taco, nadie se pega con nadie y no se ve ni medio canalillo. Es casta y pura.

Dejando al margen estos alicientes (sólo el último se merecería 5 estrellas) la película no es ni mejor ni peor que otras cien mil que se hayan hecho. Quizá su mayor virtud sea su simpleza y que no es ofensiva ni para la inteligencia ni para el estómago, algo bastante habitual en este género.