La traducción "Good luck, Chuck" por "Novio por una noche" vuelve a demostrar que cualquiera puede dedicarse a la honorable y nunca bien ponderada profesión de traductor de títulos de películas. Yo siempre he pensado que poner el título en castellano a una película americana no requería más conocimiento que saber utilizar el Babylon, pero no, parece que hay que saber psicología o ciencias ocultas para conocer el título que mejor representa la película. En fin, me pregunto cuánto gana un traductor de títulos. ¿Ganará más que yo?

En estas y otras reflexiones ocupé gran parte de los noventa y siete minutazos que dura la película, porque la verdad es que no hay para mucho más. Su único cebo es la presencia de Jessica Alba con vestidos veraniegos (hay que reconocer que por lo menos se han currado el reclamo) acompañada de señoritas ligeras de ropa (sí, definitivamente se han currado el reclamo); el resto es la misma comedia romántica vista una y otra vez.

¿La misma? Pues sí, no hay nada nuevo ni nada del otro mundo. Aunque, eso sí, como comedia es en general simpática y sus gags no son groseros (bueno, alguno sí, alguno es especialmente de mal gusto). Y como película romántica es llevadera a pesar de su enoooorme simplicidad y de esa excesiva duración que hace que la película decaiga y que sea imposible no desviar la mente hacia toda clase de pensamientos, como por ejemplo cómo sería mi vida si me ganase la vida traduciendo títulos de películas.