Se dice que “Medidas extraordinarias” está inspirada en un hecho real, el unos padres coraje (dicho en el sentido admirativo de la palabra) que no escatimaron medios, esfuerzo y recursos para conseguir que alguien investigara y obtuviese alguna clase de remedio para una enfermedad rara de cojones que estaba acabando con la vida de dos de sus hijos. Y cuando digo que no escatimaron medios, me refiero a eso: a que pusieron todo de su parte y más… lejos de limitarse a recaudar fondos en alguna gala o a manifestarse ante los Ministerios de Sanidad, se jugaron su patrimonio para fundar una empresa que financiara la labor investigadora del científico más prometedor.

Con estas bases, la película combina bastante acierto e interés en la parte científico-comercial de la historia con una absoluta frialdad en la escenificación del factor humano... No, a ver si me explico: hay drama infantil para aburrir, con niños actores que hacen que sufren, jóvenes actores afroamericanos que mueren y bebés actores en hospitales, pero son parte del atrezzo, no de la trama. Brendan Fraser acapara todos y cada uno de los átomos de humanidad de película, está presente en todos o casi todos los planos y cuando no, se escucha su voz o hablan de él. Apenas deja espacio para que Keri Russell ponga miradas serias y lágrimas y que Harrison Ford pase desapercibido como gruñón de buen corazón… y por supuesto para entender lo que es vivir con una enfermedad que nadie entiende y a casi nadie interesa.

Al final, con su simplista desarrollo y su profesional ejecutoria, resulta interesante y agradable de ver como se mueve, aunque solo sea superficialmente, el mundo de las farmacéuticas y de la investigación en Estados Unidos. Aunque monopolizada por Brendan Fraser, sus vicisitudes son de lo más curioso e imprevisible y se agradece que en estos tiempos de crisis “Medidas extraordinarias” nos da un poco de optimismo. Falso, mercenario, plagado de tópicos, exageradamente endulzado, pero optimismo al fin y al cabo.

Películas como esta pueden no ser la reinvención del séptimo arte pero consiguen que recordemos que en la vida hay esperanza.