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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
6
Drama Crímenes y ajustes de cuentas en torno a la mafia siciliana. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante casi diez años, el tándem Elio Petri-Gian Maria Volontè se convirtió en el azote de las fuerzas vivas italianas, es decir, la hermandad formada por la Democracia Cristiana, la mafia y la iglesia católica. Desde posiciones cercanas al PCI, pusieron en solfa a las instituciones y a la complicidad entre los tres grupos antes citados (salvo en La clase obrera va al paraíso, protagonizada por Ugo Tognazzi). Con el tiempo, lo que en esa época nos parecía rompedor se ve ahora engolado y anclado en tics cinematográficos arrinconados (el uso del zoom, cierta interpretación histérica de Volontè, la forma de cargar las tintas sobre determinados personajes), pero queda el valor testimonial de plantar cara a algo que era vox populi, pero nadie se atrevía a denunciar.
El argumento de A cada uno lo suyo es clásico: un valeroso profesor izquierdista quiere averiguar la verdad sobre la muerte de dos personas durante una partida caza, muertes que apestan a mafia. Para colmo, se enamorará de una de las viudas (Irene Papas sin bigote), lo cual acelerará el previsible desenlace. Muerto el perro se acabó la rabia, y la viuda contraerá matrimonio con su ex amante, el político corrupto de turno y gran amigo de la mafia, todo ello bendecido por el representante de la iglesia local, tal como testimonia la última escena, descaradamente propagandística y pedagógica. Se trata de un drama algo deshilvanado (sospecho que la novela de Sciascia debía ser mucho mejor), con una irritante banda sonora de Luis Bacalov y la habitual prestación "bigger than life" de su protagonista, siempre con los ojos húmedos y el lenguaje corporal de alguien cuya psique no se encuentra en su mejor momento. Le acompañan la diva griega, en plan Electra, y el atildado Gabriele Ferzetti, muy en boga en aquellos tiempos. Ver la película ha sido un claro ejercicio de nostalgia: es un tipo de cine que se ha perdido en la historia, en el cine y en la evolución de un país en que siguen mandando los de siempre adoptando otros formatos.
La copia en DVD a la que tuve acceso carece de subtítulos, mucho ojo. Para amantes del viejo cine político a la italiana.
Eduardo
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